Se trata de Gustavo Orozco, quien culpó a la intendencia de Rosario de la Frontera y dijo que no infringió la ley electoral a pesar de que todo indica que lo que hizo es publicidad electoral encubierta.
En las redes sociales, el diputado expolicía imputado por torturas se quejó porque -según él- en las calles de su natal Rosario de la Frontera, censuraron paredes que tenían pintado el eslogan «Gustavo Orozco Gana».
Y si bien no negó que se tratara de un adelanto de campaña política, señaló que «según las leyes electorales no infringe ningun plazo de publicidad electoral y es totalmente válida».
Luego apuntó contra la intendencia de esa localidad y señaló que mandaron a un empleado municipal «a tapar una de esas paredes». Y expresó: «Es triste que hagan abuso de su poder en la Intendencia para atropellar los derechos de los demás».
Además, sin mencionar al intendente Gustavo Solís, acotó: «Ellos decidieron aprovechar la festividad del Milagro para inaugurar un plaza y hacer un acto político, ¿por qué les molesta una pared?».
