Se trata de quien además había denunciado al intendente Moreno y a su asesor en otro caso. Ahora señaló que no le autorizan el traslado a otra dependencia.
Marina Córdoba es empleada de la Municipalidad de Vaqueros hace 13 años. En septiembre denunció al asesor del intendente vaquereño por intento de abuso sexual y al propio Daniel Moreno por violencia de género al encubrir el hecho.
Pero eso no es todo, sino que luego de que se conociera el asesinato mafioso de Darío Monge, ella aseguró que Monges era custodio del municipio. Al parecer ambas denuncias le valieron la inquina de sus superiores. Ahora se halla en un periplo legal y pidiendo el traspaso para desempeñarse en otra oficina, lejos de la Municipalidad, donde, según detalló, le están haciendo la vida imposible: tras hacer pública su situación, fue «perseguida en el ámbito laboral con robo a sus objetos, roturas a sus anteojos, colación de materia fecal en su asiento, entre otras acciones», informó a la prensa.
Pero eso no fue todo, sino que el pasado 27 de septiembre, el intendente Moreno emitió una resolución mediante la cual envió a Córdoba a realizarse estudios psicológicos al Hospital Miguel Ragone. Por ello le dieron una «licencia» por tiempo indeterminado. A pesar de que ya hizo lo que le mandaron, aún no la dejan volver a trabajar.
Según informó hoy Nuevo Diario, «el diputado por La Caldera Gustavo Pantaleón y el senador Miguel Calabró enviaron un pedido al intendente Moreno para afectar a la denunciante a prestar servicios en la Cámara de Diputados, dentro del personal perteneciente a las bancas del departamento». Además señalan que «Moreno se negó a través de su jefe de personal, Eloy García, a realizar el pase de la trabajadora con la excusa de que se encuentra con licencia para realizarse estudios médicos».
Ante este panorama, Córdoba solicitó una audiencia con el gobernador Gustavo Sáenz para pedir el pase a otra dependencia. La derivaron a la Secretaría de la Mujer, donde le manifestaron que realizarán un informe sobre la situación.