Hace cuatro años, el ex gobernador criticaba la iniciativa del entonces gobierno nacional. La semana pasada firmó la resolución que generó un altísimo incremento salarial para él y sus compañeros de banca.
Nadie puede acusar a Juan Carlos Romero de no cuidar su quintita. El senador nacional y ex gobernador defendió siempre el dinero. El dinero suyo.
La semana pasada, el salteño fue noticia nacional por haber firmado la resolución que permitió el impresionante aumento salarial de los senadores nacionales, que a partir de mayo pasarán de ganar 1,7 millones a entre 4 y 6 millones de pesos. La medida causó indignación generalizada en medio de una crisis económica muy profunda.
Pero no es la primera vez que Romero es noticia por actitudes mezquinas en tiempos trágicos. Hace cuatro años, en plena pandemia de coronavirus, con el país paralizado por la cuarentena, el salteño se oponía al impuesto a las grandes fortunas que proponía el gobierno de Alberto Fernández.
En abril de 2020, el senador nacional usó su cuenta de Twitter para atacar el proyecto que había sido presentado por Máximo Kirchner y Carlos Heller y que alcanzaba su bolsillo por ser un potentado.
«Ningún inversor va a querer venir donde cambian las reglas de juego a mitad de camino, impuestos altísimos y poca producción, por eso lo que estamos planteando es convertir el impuesto (…) Esto es, no sacar plata a los empresarios para gasto público si no pedirles que muestren voluntad de invertir en los próximos meses», decía Romero.
Más adelante, ese mismo año, Romero aseguraba que el proyecto se reducía a «le saco a uno para darle al otro». «Eso no es justicia, eso es revancha, venganza», señalaba.
