La decisión de la ministra de seguridad Patricia Bullrich generó una andanada de críticas. Expertos aseguran que fogonea la violencia en lugar de proteger la vida.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo oficial un nuevo reglamento que permite el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas federales. En otras palabras, el Gobierno legalizó lo que hizo el policía Luis Chocobar: puede disparar, incluso por la espalda, si así lo considera. Ante algún movimiento que considere ‘extraño’, contra un grupo de personas y cuando piense que un arma de juguete es de verdad: dispare.
La decisión generó sendas críticas y una de ellas proviene del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). En diálogo con Página12, Manuel Trufó, coordinador del Equipo de Seguridad Democrática, explicó: “Es un instrumento claramente regresivo, que fortalece una línea de mensajes y medidas del gobierno nacional que buscan debilitar cualquier tipo de control sobre el accionar de las fuerzas de seguridad”.
Además, Trufó adelantó: “El reglamento no hace otra cos que neutralizar el posible control judicial y ante esta situación, desde el Cels estamos evaluando los argumentos para una impugnación por la vía judicialporque la medida del gobierno contradice la Ley de Seguridad Interior y el Código de Conducta de la ONU”.
Tufró considera que la administración Macri “no es un gobierno que se caracterice por la adopción de medidas tendientes a reducir la violencia institucional sino que más bien la fogonea”. Por tanto, al retirarse el Estado del control a prácticas represivas, “de ahora en más podrían producirse sin que tengan consecuencias legales para quienes las cometan”.
En tal sentido, desde el CELS y otros organismos de Derechos Humanos presentarán una acción colectiva “para que se mantengan los principios de excepcionalidad del uso de la fuerza mediante el uso de las armas de fuego”. De igual forma lo harían sectores de la oposición en el Congreso.