La mujer aseguró que la hacían entrar escondida. Luego la despidieron acusándola de robar papel higiénico.
Una mujer que trabajaba como empleada doméstica en una casa del exclusivo barrio privado El Tipal denunció una serie de irregularidades realizadas en las últimas semanas por parte de sus empleadores, que la obligaron a trabajar durante la cuarentena, emitiendo permisos falsos y haciéndola ingresar escondida en un vehículo, y luego la despidieron sin causa.
Todo quedó registrado en la denuncia que realizó la mujer el miércoles pasado. Allí relató lo sucedido, un cuento de ricos sometiendo a pobres que no sorprende pero sí indigna. Contó que desde el 3 de abril se vio obligada a romper el aislamiento social por pedido de su empleadora, que le ordenó circular con permisos falsos que ella misma le confeccionaba.
La mujer, de 43 años, dijo que sus empleadores nunca le dieron ni un barbijo y que la hacían ingresar a El Tipal escondida en el auto del dueño de casa. «Si vos no aceptás trabajar en esas condiciones nos vemos obligados a despedirte», le dijeron. No le quedaba otra: tenía que conservar su sueldo para mantener su casa.
La historia terminó de la peor manera: el dueño de casa la despidió poco después tras humillarla día tras día. El motivo suena ridículo: el robo de dos paquetes de papel higiénico. La amenazó con acciones legales si no presentaba la renuncia. Le dijo que le iban a «desmantelar la casa».
La mujer llevaba un año y medio trabajando en la vivienda. Se fue sin cobrar su sueldo.
