La suba es del 35% para clases presenciales y del 37% para clases a distancia. Los estudiantes recuerdan que UCASAL siempre facturó, recibió ayuda del Estado nacional y que las autoridades tienen nula empatía con la situación de las familias.
CUARTO lo había anunciado el último día del año 2020: padres y alumnos estaban indignados por el aumento en los precios de las cuotas anunciada por la Universidad Católica de Salta: los alumnos presenciales pagarán 35% más y los alumnos a distancia, 37%. Aquella vez una de las voceras de los estudiantes – Vanesa – resaltó que entre cuotas y pago de matrícula anual deben desembolsar unos 30 mil pesos para que cada alumno comience el año. «Nos cayó muy mal, porque fue de golpe el aumento. Generalmente la universidad hace dos aumentos en el año y este ya es mucho», dijo Vanesa, una estudiante.
La marcha de los estudiantes finalmente se concretará mañana. Así lo anunció la propia Vanesa, quien explicó que saldrán nuevamente a las calles y se manifestarán mañana viernes 8 desde las 17, frente a la Catedral Basílica de Salta. Lo curioso del caso es que desde enero del año pasado está en proceso una acción de amparo presentada por los estudiantes contra la Católica por el aumento para el ciclo lectivo 2020. Las medidas contra la pandemia desplegadas en nuestro país y en Salta desde marzo del 2020 frenaron todo, aunque no la voracidad de las autoridades de esa universidad privada.
Vanesa lamentó que en el contexto de pandemia se anuncie un nuevo aumento, pero también lamentó que no se haya considerado la reducción de las cuotas durante el año pasado. Dijo que no hubo presencialidad en el dictado que justifique un cobro diferenciado. «Se mantuvo todo y las cuotas rondan entre los $11 mil y $20 mil», contó. De haberse producido la reducción, se estaría hablando de casi $3 mil menos en el abono.
Por su parte, el vicerrector administrativo de la Ucasal, Darío Arias, declaró a la sección local del diario Página 12 que el incremento es del mismo porcentaje que el año pasado, pero la novedad es que no se anunció a fines de año. Según Arias, se trata «básicamente de un incremento lógico porque estamos forzados con una inflación imperante y además, no hemos tenido incrementos de aranceles a mitad de año».
“Una de las carreras más costosas que tiene esta universidad privada es Veterinaria. La estudiante vocera afirmó que, de producirse el aumento, la matrícula pasaría a costar $27 mil y las cuotas rondarían los $14 mil”, resaltó el medio citado como referencia.
Los autoconvocados cuestionaron los aumentos ya que señalaron que la Universidad nunca dejó de facturar y además recibió el cobro del programa nacional de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). Vanesa también indicó que «no hay consideración y una mirada hacia la situación de los estudiantes». También afirmó que el Arzobispado tampoco hizo eco de sus reclamos.
Arias reconoció que durante el 2020 no tuvieron una amplia caída en los ingresos económicos, pero sí «hemos sufrido atrasos en los pagos». Según dijo a Página 12, ello motivó que solicitaran el cobro del ATP que recibieron en marzo. «Se cobró un mes por única vez y fue utilizado para el pago de los salarios del 50% de los trabajadores». El vicerrector agregó que la situación de los estudiantes durante el 2020 se abordó caso por caso “para ayudarlos a que no abandonen sus estudios», explicó y defendió el método empleado: “de nada hubiera servido reducir la cuota un 30% porque hubo estudiantes que no tuvieron dificultades en abonar». Aseguró que de haber llevado a cabo la reducción, se iba a beneficiar a personas que «no tenían necesidad», se «habrían caído los ingresos y no hubiéramos podido ayudar a quienes sí tenían necesidad».
