Lo anunciaron quienes dirigen el Mercado y las autoridades municipales. Las obras no supondrán el cierre del lugar. Aprovecharán el trabajo a media máquina por la pandemia y las obras deberían culminar en 90 días.
El que adelantó detalles de las obras que se realizaran en el viejo mercado de la ciudad, fue el director del Ente Descentralizado Mercado San Miguel, José “Pepe” Muratore. Una de las refacciones salientes será la apertura de un nuevo espacio en uno de los entrepisos. Allí se trasladará la sección electrónica que hoy rodea la zona correspondiente a la venta de verduras y carnes. Serán 35 locales vidriados exclusivos para esa especialidad. El traslado supondrá, a su vez, una ampliación del sector destinado a las frutas, verduras y carne.
A su vez, el referente del Ente de Turismo municipal, Fernando García Soria, dijo a la sección local del diario Página 12 que los trabajos suponen una “puesta en valor del Mercado, no solo desde lo edilicio sino también desde lo conceptual”. Para el funcionario, el plan está pensado para que el salteño siga eligiendo ese lugar para salir a hacer sus compras, pero también sea “en este proceso de recuperación del turismo pospandemia, uno de los atributos fuertes para que la ciudad vuelva a consolidarse como destino”.
“Sabemos de la importancia que tienen los mercados centrales en las principales ciudades del mundo, es el lugar donde el turista va a encontrar la gastronomía auténtica de cada lugar”, añadió García Soria. En ese marco declaró al medio citado que habrá un ordenamiento que sin afectar a los puesteros será más armónico para el visitante.
“Queremos que siga teniendo la identidad de mercado pero que ofrezca una gama de servicios más y mejor organizado, para que la gente pueda ir a comer, hacer sus compras o pasear, con actividades específicas que inviten a ir, revalorizando la cultura y gastronomía locales”, señaló.
También se realizarán mejoras en los ascensores del predio y se ampliarán los pasillos para generar mejor circulación “teniendo en cuenta la situación de Covid-19” y se acondicionarán distintos sectores de la edificación para “integrarlos en una red de accesibilidad entre la planta baja y los entrepisos de las secciones”.
Para quien dirige el Mercado, José Muratore, es el momento de realizar estas mejoras, “preparándonos para el día después de la pandemia, cuando puedan volver los turistas y también los salteños”. “Esto significa hermosear el centro de la ciudad y el Mercado, va todo de la mano”, aclaró Muratore desde su oficina ubicada en el primer piso del mismo establecimiento.
La crisis provocada por la pandemia supone que el Mercado esté trabajando a un 30% de su capacidad, “porque la gente, entre el número de documento par o impar, y que no hay transporte público, llega mucho menos”, las autoridades del Mercado definieron que era el momento de hacer un esfuerzo e invertir en un mejoramiento.
“Esto llegó para quedarse (por la Covid-19), nos vamos a tener que adaptar y vivir con él, va a salir la vacuna, pero el virus va a continuar, así que tenemos que prepararnos, cambiarle la cara a este espacio y mejorar”, destacó Muratore quien aclaró que solo serán refacciones internas, ya que la fachada del San Miguel fue declarada monumento histórico y arquitectónico de la provincia.
Se estima que el gasto superará los $2 millones que invertirá el Ente Descentralizado. En una decisión conjunta con la intendenta Bettina Romero, las autoridades del Mercado, de dependencia municipal, decidieron no cobrar alquiler a sus comerciantes mientras dure la pandemia. “Sólo cobramos los gastos comunes y los servicios”, explicó Muratore.