domingo 28 de abril de 2024
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La columna de Sandra Carral Garcin | Del mito de Prometeo al manejo de los incendios forestales

Los incendios forestales en Córdoba, San Luis, Salta, Tucumán y Formosa conmocionan. Del mito de Prometeo, donde el fuego es aliado del hombre, a esta realidad trágica donde llegamos a la pérdida de zonas naturales.

“Pero como Epimeteo no era del todo sabio, gastó, sin darse cuenta, todas las facultades en los brutos. Pero quedaba aún sin equipar la especie humana y no sabía qué hacer. Hallándose en ese trance, llega Prometeo para supervisar la distribución. Ve a todos los animales armoniosamente equipados y al hombre, en cambio, desnudo, sin calzado, sin abrigo e inerme. Y ya era inminente el día señalado por el destino en el que el hombre debía salir a la tierra a la luz. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para el hombre, Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de las artes junto con el fuego (ya que sin el fuego era imposible que aquélla fuese adquirida por nadie o resultase útil) y se la ofrece, así, como regalo al hombre. Con ella recibió el hombre la sabiduría para conservar la vida, pero no recibió la sabiduría política, porque estaba en poder de Zeus y a Prometeo no le estaba permitido acceder a la mansión de Zeus, en la acrópolis, a cuya entrada había dos guardianes terribles. Pero entró furtivamente al taller común de Atenea y Hefesto en el que practicaban juntos sus artes y, robando el arte del fuego de Hefesto y las demás de Atenea, se las dio al hombre. Y, debido a esto, el hombre adquiere los recursos necesarios para la vida, pero sobre Prometeo, por culpa de Epimeteo, recayó luego, según se cuenta, el castigo del robo.”

Extracto del Protágoras de Platón

En estos meses de confinamiento, y en particular, con mayor intensidad en las últimas semanas, son noticia los incendios forestales que ocurren en varias provincias del país, entre ellas la nuestra.

El fuego, con su connotación negativa en su máximo poder de destrucción, se ha llevado hasta la fecha más de 190.000 hectáreas en la provincia de Córdoba (un récord en 20 años, que casi duplica los registros máximos que ocurrieron en 2013), lo cual da una idea de lo que puede ser la dimensión del flagelo en el país, del cual se dice que en un 90% está asociado a la actividad humana.

Del mito de Prometeo, donde el fuego es aliado del hombre, llegamos a esta realidad trágica donde a la pérdida de zonas naturales, en las cuales la vida no sólo es vegetal, se suman también otras pérdidas.

Prométhée es el nombre de una base de datos oficial* que registra desde 1973 los incendios forestales ocurridos en la zona mediterránea francesa. Tal como lo expresa su presentación, se realizó con la idea de disponer de una herramienta estadística fiable para realizar comparaciones espaciales, temporales y un mejor conocimiento de las causas de los incendios. Esta base de datos es alimentada en cada departamento (división territorial francesa) por los servicios que se ocupan de la prevención y lucha contra los incendios (Servicio Departamental de Incendios y Asistencia, Dirección Departamental de los Territorios y el Mar, Oficina Nacional de Bosques). Desde su origen se ha mejorado con la evolución tecnológica, dando como resultado un instrumento estadístico versátil de gran utilidad.

Según la Guía “Les causes des incendies”**, el éxito durable en el combate contra los incendios forestales requiere la identificación y el análisis de las causas de los mismos, para mejor decidir las acciones de prevención (información, análisis de riesgo, diseño territorial, etc.) así como limitar los actos criminales identificando a los culpables. En la base de datos Prométhée, la clasificación vigente desde el año 1997 establece 5 familias de causas, cada una subdividida en categorías (pudiendo éstas ser detalladas): causas naturales (por ejemplo, rayos), causas accidentales ligadas a las instalaciones (categorías: línea eléctrica, vías de tren, vehículos, depósitos de basura), malevolencia (conflicto, interés, piromanía), causas involuntarias ligadas a los trabajos profesionales (trabajos forestales, agrícolas, industriales, reignición), causas involuntarias ligadas a los particulares (trabajos, pasatiempos, objetos incandescentes arrojados). También se reseña el grado de certitud de la causa: origen cierto (1), muy probable (2), supuesto (3), u origen desconocido (4).

En nuestro país, a partir de 1994, año en que ocurre la muerte de 25 bomberos voluntarios del cuartel de Puerto Madryn (Chubut) durante un incendio rural, surge el Servicio Nacional de Manejo del Fuego -SNMF- que, a partir de 1998 comienza a trabajar en forma conjunta con el Servicio Meteorológico Nacional -SMN-. En 2012, por la Ley N° 26.815/2012, se crea el Sistema Federal de Manejo del Fuego que establece “los presupuestos mínimos de protección ambiental en materia de incendios forestales y rurales en el ámbito del territorio nacional”.

El Informe Técnico N°1 “Sistemas de Evaluación de Peligros de Incendios”*** -elaborado en 1999- se utilizó como base para definir qué sistema se utilizaría en el país.

La fuente de ignición, natural o antrópica, así como los factores ambientales (características de la vegetación, estado del tiempo, topografía) condicionan la ocurrencia de un foco, expresa en este documento. Los sistemas de “evaluación de riesgo de incendios” consideran estos factores.

Luego, las acciones para contrarrestar el incendio dependerán de otros factores como las características del terreno, vías de acceso y cercanía de fuentes de agua. Los sistemas de “evaluación de peligro de incendio”, toman en cuenta estos factores más los del párrafo anterior.

Estos sistemas consisten en uno o varios índices que indican la contribución de un factor determinado a la ocurrencia, comportamiento y efectos de un incendio. Los más simples relacionan temperatura, humedad relativa y precipitaciones para obtener la probabilidad de ignición.

En este documento se insiste sobre la importancia de una buena elección de modelo, adecuado al ecosistema al cual se aplica. Se analizan también diferentes modelos utilizados en el mundo.

El Mapa de peligro calculado a partir del modelo GFS-NCEP (Global Forecast System-National Centers For Environmental Prediction)**** de acuerdo con las condiciones meteorológicas (actualizado cada día a las 14 horas) se presenta en el sitio del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Este mapa (con 5 clases de peligro: extremo, muy alto, alto, moderado, bajo) está elaborado en función de un índice meteorológico, siguiendo las recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial -OMM- de adoptar un único sistema a nivel nacional, para poder comparar la situación en las distintas regiones de un país.

Los sistemas y modelos aquí presentados, locales y extranjeros, son de tipo preventivo y predictivo. Es cierto que estos modelos contribuyen a mejorar la base de conocimiento en cuanto al tema, pero también hay que insistir en que el sistema de vigilancia debe incluir un correcto monitoreo de los organismos de Estado implicados, hasta las últimas acciones correctivas, con la identificación de las causas y causantes, sobre todo si más del 90% de las causas de los incendios forestales en el país son antrópicas, como se afirma para los hechos de actualidad (el Código Penal reprime los incendios intencionales y no intencionales -artículos  186 y 189 respectivamente-, siendo considerados delitos contra la seguridad pública).

Bibliografía:

* Prométhée: Forest fires database for Mediterranean area in France

https://www.promethee.com/

** Guide: Les causes des incendies

http://www.fao.org/3/Y2747f/Y2747f02.pdf

*** 1. Sistemas de evaluación de peligro de incendios (para descargar en el link siguiente)

https://www.argentina.gob.ar/ambiente/fuego/alertatemprana/evaluacion

**** Mapa de peligro calculado a partir del modelo GFS-NCEP

https://www.argentina.gob.ar/ambiente/fuego/alertatemprana/indices

Global Forecast System

https://www.ncdc.noaa.gov/data-access/model-data/model-datasets/global-forcast-system-gfs

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