Ayer debían realizarse las elecciones internas en la que finalmente quedó en pie la lista que responde a Miguel Nanni. Los excluidos acusaron a la Junta Electoral partidaria de haber dado de baja irregularmente a los competidores internos.
La única lista que quedó en pie fue la oficialista Nuevo Camino que llevaba a la diputada provincial Soledad Farfán a la cabeza. El resto de las listas fueron inhabilitadas por la Junta Electoral por no haber cumplido los requisitos exigidos para este tipo de contiendas. Los excluidos, por su parte, señalaron maniobras «poco transparentes» del órgano competente.
La semana pasada, más de un centenar de radicales presentaron un documento a la Junta Electoral en el que denunciaban que no estaban «dadas las condiciones de transparencia y legitimidad para la conclusión de la elección” tras señalar irregularidades que atribuían a la propia Junta. Los dirigentes aseguran que en muchos casos, los supuestos errores que la Junta detectó en la constitución de listas opositoras también los cometió el oficialismo. Al documento adhirió el sector que responde a Rubén «Chato» Correa y Alberto Salim, aunque a último momento “decidieron bajar sus candidaturas para integrarse a la de Farfán” destaca en su edición de hoy la sección local del diario Página 12.
Salim dialogó con el medio citado y expresó que es imposible guardar silencio ante las atrocidades de la Junta Electoral que beneficiaban a la lista oficialista que ellos mismos integraban. Salim aclaró que no solo estaba en disputa la presidencia del partido, sino «cosas incluso más importantes como los delegados a la convención nacional», justo cuando se está dirimiendo entre otras cosas, quién comanda definitivamente la UCR y qué rumbo tomará frente a la gestión de Javier Milei.
En ese sentido aclaró que su espacio acompaña la gestión de Martín Lousteau, que actualmente es crítica al gobierno nacional y al avance de la Ley Bases, mientras que Nanni y compañía «quieren entregarle el partido a los libertarios».