Se trata del secretario de Seguridad, Benjamín Cruz. Reconoció que están sobrepasados ante un combo imposible: la extensión de la frontera, la menor cantidad de efectivos y el crecimiento de los pasos clandestinos.
En diálogo con FM Profesional, el secretario de Seguridad, Benjamín Cruz, reconoció que los controles para evitar el ingreso a Salta de ciudadanos de Bolivia son casi imposibles. «Estamos sobrepasados», reconoció. Uno de las variables que explica la situación es la extensión de la frontera. Sólo del lado de Aguas Blancas la frontera tiene una extensión de 33 kilómetros, mientras en Salvador Mazza son unos 29 más
A ello se le suma otra dificultad: 1200 efectivos menos. Los mismos fueron dados de baja por tareas administrativas o producto de las consecuencias de la pandemia. «El control es arduo a pesar que hoy tenemos 1200 efectivos que están de baja y esto nos obliga a reestructurar los organigramas y el trabajo que hacemos incluso con la Gendarmería», dijo Cruz.
Los problemas siguen apareciendo si, además, se tiene en cuenta el aumento de pasos fronterizos que se han registrado ante la necesidad de ciudadanos extranjeros de seguir comercializando sus productos, a través de los bagayeros, o también para acceder al sistema de salud pública de Salta.
«Se duplicaron los ingresos clandestinos, antes teníamos 28 y ahora son 53», advirtió el secretario de Seguridad que visitó la frontera por tareas administrativas y participó de un operativo sorpresa para expulsar a bagayeros que habían ingresado clandestinamente a Salta.