domingo 28 de abril de 2024
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Dos años de pandemia | Ni la Novena pudo salvar a Salta del desastre sanitario

A mediados de septiembre de 2020, el ministro Juan José Esteban admitía lo peor: el sistema de Salud de la provincia estaba a punto de saturarse. Las muertes iban en ascenso.

Ni la Virgen ni el Señor del Milagro pudieron hacer nada para evitar el sismo sanitario que vivió Salta hace exactamente dos años, a mediados de septiembre de 2020, cuando el coronavirus avanzaba sin parar y los hospitales y sanatorios de la provincia no lograban recibir a todos los pacientes.

«Estamos con un sistema sanitario al borde del colapso. Los contagios están creciendo más rápido de lo esperado, por lo que necesitamos que los salteños tomen conciencia de la situación epidemiológica que estamos atravesando porque si no, no se va a poder dar respuesta», aseguraba Juan José Esteban, por entonces flamante ministro de Salud de la provincia.

La advertencia se sumaba a la nota que horas antes habían enviado las autoridades del Hospital San Bernardo al Colegio de Médicos de Salta: «Debido a la situación apremiante con respecto a la carencia de recursos humanos en la cual nos encontramos los hospitales de Salta y ante el inminente aumento de la demanda de atención de pacientes graves, nos dirigimos a Ud. para solicitarle su ayuda y apoyo en el reclutamiento de personal sanitario para trabajar en los centros asistenciales de nuestra provincia», comenzaba el texto.

La nota señalaba «la gravedad de la situación epidemiológica y la insuficiente disponibilidad de recursos humanos» que iban a derivar en «la inminente saturación del Sistema de Salud de la Provincia de Salta».

El texto hacía un llamado «a todos los profesionales para que se presenten como voluntarios rentados para la atención de las diversas áreas del sistema de Salud». Era «una situación inédita nunca antes vivida y que depende de todos nosotros evitar la mayor cantidad de muertes».

Quien también hablaba en esas horas era Francisco Aguilar, entonces presidente del COE provincial. «Estamos con un pico vertical que no se esperaba. Se está viendo afectada la gente joven, cosa que no estaba pasando. Tenemos un sistema que se saturó antes de lo previsto, es por eso que sobre la marcha tenemos que seguir fortaleciendo el sistema sanitario para dar respuestas a la comunidad», expresaba.

Y todo fue de mal en peor. Ni los rezos en plena época del Milagro pudieron hacer algo. Las muertes se siguieron sucediendo y los casos aumentaban. Como siempre, la zona norte de la provincia se llevó la peor parte.

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