Un testimonió dejó al descubierto las mentiras defensivas de los policías partícipes de la Masacre de San Miguel del Monte que se cobró la vida de 4 jóvenes.
La trama de encubrimiento que perpetró la Policía Bonaerense quedó al descubierto luego de que una oficial imputada junto a 12 efectivos de la fuerza rompiera el silencio. Se trata de Melina Noela Bianco (25) quien aportó detalles y pruebas ante la Fiscalía que investiga el caso conocido como la Masacre de San Miguel del Monte en el cual 4 jóvenes- tres menores de edad- perdieron la vida tras chocar un camión.
La oficial que confesó todo viajaba en el asiento trasero del patrullero que conducía Mariano Ibáñez. Al lado de él estaba Manuel Monreal quien- según el relato de Bianco- se bajó del coche, apuntó con su arma y disparó al auto en el que iban los chicos. “Se para adelante como para que (el Fiat) detenga su marcha. Y como esto no ocurre, saca el arma y dispara de atrás una vez que pasó. Habrá disparado como mínimo tres veces”, recordó la joven en la indagatoria judicial que difundió el diario Clarín.
El patrullero en el que iba Bianco se habría sumado a la persecución que inició otro móvil conducido por el oficial Leonardo Ecilape, acompañado por el capitán Rubén Alberto García. En su trayecto, cuenta Bianco, se encontraron de frente al Fiat que pasó rápido y “atrás el patrullero de García y Ecilape. Nos cruzamos y por radio nos dicen que eran ellos y que teníamos que agarrarlos”. Y agregó: “En ningún momento dijeron nada por radio sobre el motivo que originó la persecución”.
Además, el testimonio reveló que Monreal no fue el único que tiró. “García venía disparando. Habrán sido, mínimo dos o tres disparos, pero no vi si impactaron en el coche. Yo vi que sacó el arma. Creo que era la reglamentaria, pero pudo ser otra. Porque se decía que García usaba también una 22. García sacó el arma por la ventana”, admitió.
El operativo de encubrimiento comenzó cuando todavía los cuerpos de los chicos permanecían en el asfalto. La policía relató que vio al responsable de la comisaría, Franco Micucci, de civil y que también llegó Héctor “Pipi” Ángel, jefe del servicio de calle. “A Bianco la mandaron a tomar declaración a la pareja de jubilados que llamó al 911 por un presunto episodio de seguridad y que derivó en el despliegue de patrullas. Esa declaración fue modificada”, detalla Clarín, para referir a que los detalles sobre los disparos habían sido borrados.
De esta manera, quedó al descubierto la complicidad tanto de los policías como así también del subsecretario de Seguridad del municipio, Claudio Martínez, también detenido.
