martes 3 de diciembre de 2024
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Salta

Tres en una semana | Preocupación en el norte salteño por la muerte de otro niño indígena

Las autoridades provinciales niegan que se trate de casos de desnutrición y atribuyen las muertes a otras causas. Organizaciones sociales denuncian un genocidio silencioso.

Según confirmaron los medios locales horas atrás, un niño de cinco años de la comunidad wichí de Cañaveral, en Santa Victoria Este, falleció el pasado 8 de enero, convirtiéndose en la tercera víctima mortal de las comunidades originarias del norte salteño en lo que va del mes. Nuevo Diario informó que el menor había ingresado al Hospital de Santa Victoria el 28 de diciembre con un cuadro de deshidratación, pero fue dado de alta tras una evolución favorable. Sin embargo, cuando los médicos fueron a visitarlo a su domicilio, lo encontraron sin signos vitales.

La subsecretaria de Medicina Social de Salta, Gabriela Dorigato, descartó que las muertes se deban a la desnutrición y aseguró que se están investigando las causas. Según la funcionaria, los otros dos casos, un niño de un año y una bebé de nueve meses, ambos de Morillo, fallecieron por gastroenteritis y sepsis, respectivamente. Dorigato reconoció que la región norte enfrenta condiciones climáticas extremas que aumentan la vulnerabilidad de los niños y dificultan la asistencia sanitaria.

Desde la Red de Luchas Socioambientales de la provincia de Salta, el análisis es bastante opuesto al oficial y acusan al Estado de perpetuar un genocidio silencioso. En un comunicado, la organización afirmó que la mortalidad de los niños indígenas no son casos aislados, sino el resultado del avance del modelo extractivista, la escasez de agua potable, la falta de acceso a una alimentación saludable y las barreras en el acceso a la salud. La Red exigió entender la raíz del problema, denunciarlo y alertar a la sociedad.

El conflicto entre el Gobierno y las comunidades originarias del norte salteño se remonta a varios años y ha sido objeto de numerosas protestas y reclamos. Según el último censo, en Salta hay más de 70 mil personas que se reconocen como indígenas, la mayoría de ellas pertenecientes a los pueblos wichí, toba y chorote. Estas comunidades sufren altos niveles de pobreza, exclusión y discriminación, así como la pérdida de sus territorios ancestrales por la deforestación y la explotación de recursos naturales.

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