lunes 13 de mayo de 2024
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La miseria y la pobreza siguen | El fracaso de la Revolución Verde: el caso de AGRA en África

Millones de pequeños productores fueron instruidos para utilizar semillas comerciales y fertilizantes para duplicar la productividad en ese continente. Expertos aseguran que hay poca evidencia del progreso buscado. (Sandra Carral Garcín)

En relación con los modelos propugnados últimamente para la obtención de loables objetivos como acabar con la pobreza o el hambre, tal como sucede en el ámbito de la salud (caso pandemia COVID-19) se observan inconsistencias en los resultados de políticas público – privadas con los sujetos supuestamente beneficiarios de tales proyectos y modalidades, razón por la cual estas poblaciones que son el objeto de tales intervenciones, deben ser apoyadas por la sociedad civil para poder defenderse de tales manipulaciones, que según los casos -por la miseria, pobreza, emergencia- pueden llevar a pequeños productores a una situación peor que aquélla que tenían antes de ser “ayudados”.

El documento “Failing Africa’s Farmers: An impact assessment of the Alliance for a Green Revolution in Africa”* de Timothy Wise (2020) presenta un análisis de los resultados de la iniciativa llevada a cabo por AGRA -Alliance for a Green Revolution in Africa-. Ésta organización sin fines de lucro comenzó su programa en 2006, concerniendo 30.000.000 de hogares de pequeños productores (9.000.000 de forma directa, 21.000.000 de forma indirecta), los cuales fueron instruidos para utilizar semillas comerciales (transgénicas) y fertilizantes inorgánicos, con el objeto de facilitarles el acceso a prácticas agrícolas de alto rendimiento para duplicar la productividad de los cultivos y los ingresos y reducir a la mitad la inseguridad alimentaria en 2020.

El programa de desarrollo de AGRA recibió 1.000.000.000 USD de financiamiento, de lo cual el 75% fue aportado por la Fundación Bill y Melinda Gates (también participó la Fundación Rockefeller, la principal financiadora de la primera Revolución Verde). El desembolso de subvenciones a gobiernos y organizaciones intermediarias fue de 500.000.000 USD en 13 países africanos prioritarios. A la vez, programas internacionales más grandes que AGRA y gobiernos africanos nacionales aportaron 1.000.000.000 USD por año para subsidiar la compra de semillas comerciales y fertilizantes inorgánicos. No obstante la falta de documentación propia de la iniciativa, Timothy Wise, un experto senior en esta temática (Tufts University’s Global Development and Environnement Institute, Institute for Agriculture and Trade Policy) logró completar este vacío ante la negativa de informes de monitoreo y evaluación por parte de AGRA, utilizando datos nacionales correspondientes a los 13 países africanos involucrados, llegando a la conclusión de que hay poca evidencia de la generalización del progreso buscado en los objetivos planteados, no hay evidencia del alcance del programa sobre pequeños productores, la desnutrición aumentó un 30% (según mediciones FAO -Food and Agriculture Organisation-).

La concepción de esta nueva Revolución Verde, dado que la primera no prendió en el continente africano, estaba basada en lo mismo (variedades de semillas de alto rendimiento y fertilizantes inorgánicos) pero adaptada a las condiciones climáticas y de suelo de Africa, de acuerdo con los avances tecnológicos.

Este programa encontró la reserva de organizaciones africanas de productores. Por ejemplo señalaron que este paquete tecnológico occidental no era adaptado a los suelos, productores y sistemas alimentarios locales; que no se había consultado ni informado suficientemente a los productores sobre estas intervenciones; otros productores señalaron las consecuencias negativas de la primera Revolución Verde (suministros de agua agotados y contaminados con escorrentías químicas, productores endeudados debido al alto costo de los insumos mientras los rendimientos declinaban luego de los incrementos inciales, pérdida de diversidad de cultivos y dietas luego de la invasión de la Revolución Verde en el campo, pérdida de la soberanía alimentaria, pérdida de la habilidad de comunidades y naciones para elegir libremente la manera de alimentarse, dado que las grandes firmas comerciales podrían llegar a dominar los mercados locales respaldadas por las nuevas políticas gubernamentales diseñadas para asegurarles el acceso al mercado -cabe señalar también que la reforma de regulaciones nacionales y regionales de semillas fue siempre una alta prioridad para AGRA-).

3 programas principales fueron concebidos y financiados por AGRA en sus primeros 9 años de actividad: PASS Program for Africa’s Seed System (para promover el desarrollo y uso de semillas de alto rendimiento), SHP Soil Health Program (para promover el uso creciente de fertilizantes inorgánicos y otras prácticas de suelo como ISFM -Integrated Soil Fertility Management-), MAP Market Access Program (para promover el acceso de los productores a los mercados de insumos y productos).

En India, un balance histórico sobre los resultados y efectos de la primera Revolución Verde arrojó la conclusión de que no es cierto que estos modelos productivos salven vidas. Un factor diferencial al respecto, en relación con un aumento de la productividad, es la irrigación. Justamente, señala el autor, AGRA invirtió poco en la irrigación localizada para los pequeños productores. También la Revolución Verde 2.0 se olvidó de ofrecer fuertes programas gubernamentales para extensión, crédito, infraestructura, marketing y otros elementos cruciales.

En relación específica con algunos aspectos de la evaluación del impacto de este programa AGRA el autor menciona, por ejemplo, como “Impacto 1” un limitado número de beneficiarios. Luego de una revisión de reportes AGRA (período 2007-2016) remarca un cierto número de productores que han recibido formación y entrenamiento en las técnicas ISFM (5.300.000 productores con conocimiento ISFM y 1.860.000 productores usando estas técnicas, sin que se detalle en el reporte cuáles tecnologías usaban y con qué beneficios), por lo que considera que para los financiamientos indicados que apuntaban a una población objetivo de 9.000.000 de granjeros implicados directamente, y 21.000.000 indirectamente, el resultado se revela bastante pobre. También insiste en que el detalle de la información se encuentra más en las variedades de semillas desarrolladas y comercializadas, o en las toneladas de fertilizante vendidas a los productores.

Analizando este ítem, remarca que hay una distancia entre la teoría y la práctica ISFM, lo cual explica la baja adopción del modelo. Siendo sus etapas promover la adopción de semillas de alto rendimiento y fertilizantes inorgánicos (para aumentar la productividad en las granjas donde los suelos son degradados), trabajar con los granjeros para incorporar materia orgánica y otras prácticas de suelo como rotación de cultivos, construir conocimiento entre los granjeros para permitirles manejar más efectivamente sus insumos y cultivos consolidando la salud de sus suelos, en la práctica la Revolución Verde no fue más allá de la promoción de las semillas de alto rendimiento y de los fertilizantes sintéticos, derivando en monocultivos dada la incompatibilidad de la agricultura intensiva con la rotación de cultivos en las tierras de los pequeños granjeros.

Queda claro, entre otros, que AGRA no promovió la aplicación de prácticas agrícolas mediante los principios agroecológicos, los cuales han demostrado aumentar los rendimientos en forma sostenible y asequible en una amplia variedad de contextos.

Por ello, de acuerdo con esta publicación de experto, es necesario tener en cuenta estos procesos antes de la implantación de modelos genéricos que finalmente no aportarán los beneficios deseados, a pesar de los medios dispuestos para ello, que más bien beneficiarán a otros y no a los pequeños productores destinatarios de estos programas, quienes incluso pueden resultar perjudicados, razón de la desconfianza que han generado estos modelos en diversas partes del mundo.

Traducción de Failing Africa’s Farmers: An Impact Assessment of the Alliance for a Green Revolution in Africa

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