sábado 27 de abril de 2024
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El triángulo del fuego | Cómo ocurren los incendios forestales y cómo combatirlos mejor

Del Manual de Formación de Incendios Forestales para Cuadrillas* (Gobierno de Aragón, Departamento de Medio Ambiente), extraemos algunos conceptos fundamentales al respecto. (Sandra Carral Garcín)

De los 5 elementos presentes en la naturaleza, agua – aire – fuego – madera – tierra, entendemos que es el equilibrio de ellos lo que preserva la vida en un entorno natural. El desbalance entre ellos origina cambios que pueden ser de origen natural, y otros ocasionados por la intervención humana.

De los incendios se dice que la mayoría son producidos por el hombre, intencionalmente o por descuidos, por ejemplo al realizar quemas con diversos fines que se harían de forma “controlada”. El punto es que al incentivar el elemento fuego en un ambiente de sequía en la presencia de madera (combustible), eventualmente con vientos, se da la presencia favorable de los factores del fuego: calor, combustible y oxígeno, los componentes del triángulo del fuego, y “cuando los 3 estén presentes, y en la correcta proporción, el fuego aparece, y este fuego puede arder rápidamente con grandes llamas, o puede disminuir y quemar lentamente, dependiendo de la proporción en que estén presentes cada uno de ellos”.

La combustión ocasionada puede ser completa o incompleta. Cuando el incendio no deja restos y sólo quedan cenizas blancas, ésta ha sido completa, todos los elementos del triángulo se encontraban en las proporciones apropiadas. Si no es así la combustión será incompleta: el humo es marrón oscuro o negro. Los combustibles son pesados, como ocurre en los bosques espesos y densos (por un contenido elevado de humedad del combustible o un aporte de oxígeno limitado). Los combustibles que ardieron parcialmente son los que tienen “potencial de retorno”, o sea, pueden volver a arder cuando los elementos del triángulo del fuego vuelvan a estar en el balance adecuado.

Se trata entonces de una reacción química donde los reactivos son el combustible y el oxígeno, y los productos son humo (CO2 -dióxido de carbono-, CO -monóxido de carbono-, ceniza, alquitrán, otros gases), vapor de agua y energía (en forma de luz y calor).

Podemos reconocer 2 temperaturas determinantes de las etapas del proceso. El punto de vaporización del combustible es la temperatura a la cual el combustible comienza a romperse liberando vapor de agua y luego gases altamente inflamables. La temperatura de ignición es aquélla a la cual estos gases arderán en llamas, provocando que continúe la combustión (puede variar entre 260°C y 400°C).

Una constante física propia de los combustibles es el poder calorífico, cuyas unidades son, por ejemplo, calorías/gramo, siendo el calor de combustión el resultante del producto de la masa del combustible que arde por su poder calorífico. Como la combustión es una reacción exotérmica, es decir que produce calor, se puede entender que sea un proceso en cadena que se realimenta si no se rompe el triángulo del fuego de alguna manera, razón por la cual es necesario evitar desde el inicio la propagación con prontas intervenciones disminuyendo la suma de tiempos -empieza t1, se ve t2, se transmite t3, alarma t4, se moviliza t5, se llega t6, se combate t7, se acaba- mencionada en el manual: “todo sistema de defensa se basa en conseguir que estos tiempos sean los menores posibles una vez que se ha iniciado la cadena, y cada uno de los elementos que la conforman está diseñado para ello”.

La propagación del calor en un incendio puede ocurrir por radiación, convección, conducción y por pavesas (las pavesas son partículas pequeñas y ligeras de materia inflamada que se desprenden de un cuerpo en combustión y que terminan convirtiéndose en cenizas). El combustible puede calentarse sin estar en contacto con las llamas por calor de radiación, a una cierta distancia. Los gases calientes ascienden transmitiendo el calor por convección, razón por la cual es peligroso estar posicionado cuesta arriba del fuego.Si bien la madera es un mal conductor del calor, el calor de conducción puede actuar lentamente para la propagación inicial, pero en la liquidación hay que tenerlo en cuenta como mecanismo de transmisión entre troncos y tocones que arden al borde del incendio. En cuanto a la transmisión por pavesas, puesto que las hay volantes y rodantes o saltantes, el mecanismo depende de la convección en el primer caso, y de la radiación y conducción en el segundo caso.

Dependiendo entonces del comportamiento del fuego y de los elementos con que se cuente para luchar contra él, se verá cómo romper el balance del triángulo del fuego. Para atacar los elementos oxígeno y calor se puede arrojar tierra al combustible (si no hay agua), lo cual puede disminuír la velocidad de la combustión aunque no logre sofocarlo. El agua se utiliza para reducir el calor: en forma de pulverización en el combustible, no en las llamas, para bajar su temperatura por debajo de su punto de vaporización de manera que no se produzcan más gases inflamables. Construir líneas cortafuegos alrededor del fuego hace que se elimine el combustible, para que se termine el proceso de combustión.

Para que estas medidas sean efectivas y seguras es necesario considerar cómo se comportará el incendio (dirección, velocidad, intensidad) según los combustibles forestales, el tiempo atmosférico y la topografía (otro triángulo de factores a tener en cuenta). En este triángulo se puede actuar sólo sobre los combustibles forestales.

Por ello es importante el conocimiento de la composición de éstos, su densidad, etc. para poder luego actuar en caso de focos ígneos. Esto requiere un trabajo previo de caracterización y tal tarea es relevante en territorios donde sobre todo hay zonas forestales a proteger.

Como acciones de prevención se distinguen las acciones encaminadas a que no se produzcan los incendios (disminuir el número de imprudencias, perseguir los delitos); las acciones encaminadas a conocer las circunstancias en las que el fuego producido causa mayores daños para activar las medidas para combatirlo antes de que adquiera grandes proporciones (usar la predicción meteorológica); las acciones encaminadas a mejorar la infraestructura de lucha (para detectar los focos rápidamente, mejorar el sistema de vigilancia con puntos de vigilancia), mejorar infraestructura para llegar al foco y disponer de elementos de lucha; las acciones de mejora de la masa vegetal para intentar aislarla o interrumpir la propagación del fuego, hacerla más resistente o disponer de puntos de apoyo para realizar un combate eficaz.

En cuanto a las acciones de predicción, el Gobierno de Aragón -con el Centro Meteorológico Territorial de Aragón, Rioja y Navarra (del Instituto Nacional de Meteorología)- calcula índices de riesgo para las 9 zonas en las cuales se ha dividido la Comunidad de Aragón. Con esos datos se elaboran 7 mapas diarios que se envían por internet a 3 Centros Provinciales de Operaciones.

El Índice Meteorológico de Riesgo (o Ignición) indica la probabilidad de que una causa inicie el fuego. El Índice de Peligrosidad (o de Propagación) indica la probabilidad de que el fuego iniciado se propague convirtiéndose en un incendio forestal. Los mapas incluyen los rayos caídos en el día anterior, predicción de tormentas y predicción para el día siguiente. Incluso un despliegue de medios, con carácter preventivo, puede realizarse extraordinariamente ante la conjunción de condiciones meteorológicas muy adversas que determinen situaciones especiales de “Estado de Alerta”.

Esto se viene plasmando desde el año 2005 en un Sistema de Información Geográfica y Meteorológica -SIGYM- donde los planos de territorio con estas informaciones son muy detallados y localizados.

Considerando la extensión de las áreas en nuestra provincia, donde el riesgo de incendios existe, es hora de que se conjuguen medidas de carácter preventivo y predictivo adecuadas y permanentes, según la evolución de los diferentes factores intervinientes, los cuales se han hecho presentes ya desde hace varios años con más profusión.

Bibliografía:

* Manual de formación de incendios forestales para cuadrillas. Gobierno de Aragón.

https://www.aragon.es/documents/20127/674325/MANUAL_INCENDIOS_CUADRILLAS.pdf/7a477952-318e-3110-a2df-94692725ab98

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