El oficialismo nacional ya tiene fecha de presentación del proyecto: el 14 de julio. La idea es que lo paguen quienes tienen un piso de 200 millones de pesos y solo alcanza a 11.000 argentinos: es decir el 0,024% de la población.
El oficialismo nacional ya fijó fecha para la presentación en el Congreso del impuesto a las grandes fortunas: será el 14 de julio y sólo tal vez pueda postergarse unos pocos días, dado que la cuarentena reforzada anunciada el viernes concluye el 17. Según medios nacionales, ese proyecto tiene la simpatía del 70% de la población.
Quienes no están de acuerdo con la idea es el macrismo nacional y sus aliados en congreso que incluye al senador nacional por Salta, Juan Carlos Romero. “A mí me pareció que lo del impuesto a las riquezas era como una especie de castigo a los ricos, por eso nosotros (del bloque Juntos por el Cambio) propusimos hacer un Impuesto Patriótico, que es el mismo, pero en lugar de caer en el gasto del Estado, que vaya a un fondo donde cada uno dice qué va a hacer con el dinero. Entonces lo recauda la AFIP y yo tengo un crédito de impuestos para ampliar una fábrica por ejemplo”, declaró en una entrevista publicada hoy por la sección local del diario Página 12.
No es esa la idea del proyecto oficial en el que trabajaron los diputados Máximo Kirchner, Carlos Heller y Hugo Yasky. En la iniciativa ya están decididas algunas cosas: el piso a partir del cual se aplicará el impuesto será un patrimonio de 200 millones de pesos; ello circunscribe a 11.000 personas la población, es decir el 0,024% del total de lxs argentinxs; los aproximadamente 3.000 millones de dólares que se recauden no irán a paliar el déficit fiscal, sino que se destinarán a tres propósitos: el financiamiento de las inversiones comprometidas por la ley que creó el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap); la inversión en proyectos gasíferos, tanto de YPF como de compañías privadas; y Créditos blandos a las pymes, que dinamicen la economía.