viernes 13 de diciembre de 2024
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Julio Quintana | “Sáenz es junto a los gobernadores uno de los sostenedores de Alberto en crisis con el kirchnerismo”

Julio Quintana habló sobre el rol que le cabe a la izquierda en la etapa que se vive. El diputado provincial MC y referente de Política Obrera aseguró que un acuerdo programático con el resto de la izquierda trasciende aspectos netamente electorales.

Las internas son la regla – aunque por motivos distintos – en las mayores coaliciones políticas del país y la provincia: el Frente de Todos y Juntos por Cambio. De eso y del rol que la cabe a la izquierda en este escenario dialogó hoy el referente del partido Política Obrera, Julio Quintana, en el programa CUARTO OSCURO que se emite por FM La Cuerda (104.5).

“Ante una situación política como la actual, el rol de la izquierda debe ser la de esclarecer de cara al conjunto de los trabajadores para que puedan comenzar las riendas de la situación política que está absolutamente desmadrada. Tenemos un acuerdo con el FMI que por las medidas comprometidas agravará la pobreza hasta límites exasperantes, mientras el gobierno que debe llevarlo adelante carece de autoridad: por los resultados de las últimas elecciones, por sus fracturas internas y porque depende de una suerte de cogobierno con Juntos por el Cambio que fue lo que consagró la votación última en el congreso en el acuerdo con el FMI. Antes se hablaba de un antagonismo absoluto, pero ahora están todos juntos en un barco tutelado por el FMI. Las medidas que ese acuerdo traerán van a abrir un enorme cuadro de deliberación y la izquierda debe estar allí clarificando”, resaltó el dirigente trotskista.

Consultado si el voto negativo del cristinismo no le permite al ala izquierda del Frente de Todos jugar el mismo rol que el trotskismo reivindica aun cuando esos espacios tengan puntos de partidas y propuestas disímiles, Quintana respondió: “acá el hecho clarificador es que el kirchnerismo disidente no ha roto con el Frente de Todos. Es decir que ahora se apresta a llevar adelante las medidas que se desprenden del voto que le negó al gobierno pero que el gobierno consiguió dela oposición. Ese kirchnerismo disidente trató de delimitar posiciones porque sabe que esto se va al carajo, como ellos mismos dijeron. De todos modos, la agenda que siguen en lo cotidiano es la agenda del acuerdo que no votaron solo para tratar – cuando esto se pudra – de generar un marco de contención a las masas. En este marco hay un antagonismo muy claro en la labora que queremos hacer los socialistas y los kirchneristas”, sentenció.

Puesto a opinar sobre el gobierno de Gustavo Sáenz que no genera entusiasmo popular pero tampoco peligra la pretensión reeleccionista, el dirigente contesto con una analogía: “los cumpleaños dependen no sólo del día de la fiesta sino de toda la preparación previa. Falta mucho para el 2023 por la magnitud de la crisis política. Hoy en día Saenz es junto a los gobernadores de las provincias uno de los principales agitadores por el acuerdo del FMI y sostenedores del gobierno de Alberto Fernández en el marco de la crisis con el kirchnerismo. Ahora el problema es que Sáenz que venía caminando relativamente tranquilo deberá transitar un proceso de ajuste que pondrá en crisis su política y obligará también a que la clase obrera discuta su propia alternativa. Si la izquierda interpreta a esto como la posibilidad de desarrollar una fuerza social desde la clase obrera para luchar por un gobierno propio para nosotros es positivo y a eso nos vamos a dedicar. Ahora, si la izquierda lo interpreta solo en clave electoral contribuirá a una confusión política”, concluyó.

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