Sucedió en Rosario de la Frontera, intervino la Brigada de Investigaciones y se recabaron los elementos probatorios del hecho: computadoras, celulares y chips. El señalado como acusador niega todo lo denunciado.
El grooming es un término en inglés que suele traducirse como engaño pederasta, e implica las conductas de un adulto para ganarse la confianza de un menor con el fin de abusar sexualmente. Todo vía internet, y para ello las redes sociales son un punto clave.
En algunos casos, incluso, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico. En argentina la reglamentación al respecto es aún novedosa.
La noticia compartida por el sitio oficial de la Fiscalía salteña indica que el fiscal Oscar López Ibarra, de Rosario de la Frontera, imputó por este delito a un joven de 20 años.
Según lo informado todo derivó luego de que los padres de la menor hallaran los mensajes enviado por WhatsApp y posteriormente realizaran la denuncia.
Luego de recibir informes de las compañías de telefonía celular, los investigadores identificaron al titular de la línea en cuestión y dieron con su paradero. El fiscal solicitó la orden de allanamiento al Juzgado de Garantías 2, a fin de secuestrar elementos de provecho para la causa y la detención del individuo: 7 celulares, 5 chips, 2 netbooks y una camiseta junto a una gorra coincidentes con una de las fotos enviadas al celular de la menor.
El sospechoso fue detenido, negó la comisión del delito y para ello dio “pruebas” en su defensa. Sin embargo se solicitó el mantenimiento de su detención en tanto finalicen medidas dispuestas por la fiscalía.
Luego de una semana y a pedido de la defensa el acusado quedó en libertad obedeciendo medidas sustitutivas, las cuales fueron impuestas por el juez.