El presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, defendió sin complejos las dos medidas del gobierno nacional que los sectores concentrados del agro critican.
La guerra entre Rusia y Ucrania afecta la economía doméstica. Ambos países son de los principales exportadores de harina en el mundo y al no estar entregando el producto, el precio de la harina se dispara por las nubes. En ese marco, los grandes exportadores de harina en el país suben el precio que luego se traslada al precio del pan que en las últimas semanas se disparó por los efectos de la guerra en Europa del Este.
Ante ello, el gobierno nacional decidió subir las retenciones del 31% al 33% a las exportaciones de aceites y harinas de soja y con ese dinero crear un fideicomiso que ayude a mantener el precio de la harina en el interior del país.
La medida enojo a los sectores concentrados del agro, los grandes productores y los proveedores de alimentos. Distinta fue la reacción del presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, quien afirmó que acompañan y defenderán la medida porque “es a favor del pueblo y de nosotros, los panaderos».
Romano declaro a la sección local del diario Página 12 que hasta antes de la guerra el pan estaba “en $210 el kilo de pan, pero con la llegada de la guerra se comenzó a especular con el trigo” y detalló que a solo cuatro horas de anunciada los molinos suspendieron sus ventas con el pretexto de que no tenían valores de referencia. “Si nosotros los panaderos hubiéramos actuado de la misma forma, la gente el día después se quedaba sin pan”, expresó, “y, sin embargo, seguimos trabajando, a pesar que el precio nos pasó de unos $1300 a los $2.000 (la bolsa de 25 kilos)”, añadió.
Romano también recordó que antes del conflicto bélico se firmó un convenio con la Secretaría de Comercio para mantener el precio de la harina alrededor de los $1300 con el objeto que el kilo de pan oscile entre los $220 y los $260 y que ellos llevaron el precio del pan a $260, aun cuando la bolsa harina se fue a $2.100.
En ese marco el representante de los panaderos salteños apoyó las medidas del gobierno nacional a las que consideró “bastante rápida”, al tiempo que destacó que el fideicomiso creado no va a perjudicar a los productores, “ni a la molienda, ni a los panaderos”, sino que con el plus de retenciones a la harina y el aceite de soja para 11 cerealeras exportadoras “se estabilizará el precio de la harina al interior” permitiendo que el precio del pan también se estabilice, al tiempo que el molino reciba la diferencia entre el precio local y el exportable por parte del Estado.
“La gente tiene que entender que debe haber un desacople entre los precios internacionales y los de consumo interno, porque si no los fideos y todo va a seguir subiendo”, y agregó que todos los representantes de instituciones como la que él representa deberían “salir a aclarar y decir lo que pasa sin miedo a que nos tilden de ser oficialistas o macristas, pero sí a reconocer cuando hay una buena medida”.
