La investigación es llevada adelante por la Subsecretaría de Espacios Públicos, para lo cual decidió a través de la Resolución N° 62/21 de la Procuración General sumariar a toda la planta de inspectores del área.
La situación ocurre mientras continúa el conflicto con los manteros, a quienes se les impide retornar a las peatonales. Con respecto a los sumarios, el procurador adjunto Ramiro Angulo declaró que “Estas acciones se realizan con el fin que se determine e individualice a él o los responsables de incurrir en las supuestas irregularidades administrativas”.
Las irregularidades que se investigan están relacionadas con actas de inspección labradas en procedimientos llevados a cabo en la vía pública; la solicitud de renovación y otorgamiento de permisos transitorios otorgados a vendedores ambulantes, como así también en permisos otorgados a locales permanentes; en la concesión de autorizaciones para realizar eventos públicos y para instalar locales comerciales, y en el otorgamiento de permisos para venta ambulante y venta ambulante con parada fija.
“Y mientras la Municipalidad mantiene los operativos de control para evitar la venta informal en peatonales y en el cuadrante comprendido entre Santiago del Estero, Mendoza, Lerma y Jujuy, los ambulantes reclaman que los inspectores realizan decomisos sin labrar el acta correspondiente” destacó la sección local del diario Página 12.
Esta semana desde la municipalidad indicaron que se extremarían las medidas de control, con el secuestro de la mercadería, para disuadir a los manteros y que se relocalicen en las plazas España, Italia y Colón, o en las ferias barriales. Sin embargo los ambulantes se arriesgan a volver a las peatonales, porque consideran que la cantidad que venden en esa zona es muy superior a la de los nuevos lugares asignados.
Los delegados de los manteros denunciaron que varios de ellos fueron abordados por los inspectores, que “te rodean de a 10 y te maltratan, te atropellan”, tras lo cual le decomisan lo que están vendiendo, pero sin entregarles ningún acta que deje constancia de dicha acción, así como de la mercadería incautada.
Los decomisados inmediatamente se dirigieron a las oficinas municipales de Caseros y Balcarce, en donde dejaron los productos decomisados, pero no les dieron ninguna explicación “porque son oficinas de turismo”. Por ello iniciaron un peregrinar por el CCM, desde donde los mandaron a la calle Urquiza al 700. En ambos lugares también les dijeron que no estaban al tanto de la situación.