Orozco quedó primero entre los candidatos de Rosario de la Frontera y hoy sumó una nueva imputación en su contra. En tanto Villalba, intendente destituido tras ser hallado en una redada de trata, será concejal en Salvador Mazza.
Las elecciones legislativas provinciales del domingo dejaron en claro algo: no importa si el candidato fue juzgado en un caso de trata de personas o si carga con serias imputaciones por un pasado violento como parte de la policía salteña. Ese es el caso de Carlos Villalba y Gustavo Orozco. El primero, electo como concejal en Salvador Mazza y el segundo reelecto diputado en Rosario de la Frontera.
Sobre Villalba, ayer ya anoticiábamos que la amnesia electoral lo llevó de intendente destituido a ocupar una banca como edil en el mismo municipio. Si bien no fue condenado por la justicia y se lo absolvió de las acusaciones, la mancha le quedó desde aquel 2013 en el que lo hallaran en un lenocinio de Salta Capital cuando la Federal llevaba adelante una redada antitrata. El domingo entró como uno de los 9 ediles en el Concejo Deliberante de Salvador Mazza.
Orozco, expolicía de la Brigada de Investigaciones, que llegó a la cámara de la mano del sojero Alfredo Olmedo, retuvo su banca. En la categoría diputados, bajo la lista 420 de Unidos por Salta, logró casi 4700 votos, que le representaron un 33% del electorado.
De esa buena noticia el domingo, pasó a una no tan agradable hoy: «La Unidad Fiscal conformada por Verónica Simesen de Bielke y Gabriel Alejandro González, imputó provisionalmente al diputado del departamento de Rosario de la Frontera, Gustavo Orlando Orozco, por los delitos de coacción agravada por el uso de arma de fuego, en perjuicio de una víctima, en concurso real con el delito de amenazas, en perjuicio de otra». Esta no es la primera vez que imputan a Orozco, quien cuenta con un extenso prontuario de amenazas, abusos y hasta torturas que ya fueron investigadas.
Según indica la noticia difundida en la web del Ministerio Público Fiscal de Salta, Orozco junto al efectivo policial Sergio Gustavo Guzmán, el 1 de julio de este año amenazaron a un sujeto señalándole que “iban a meterle un tiro si no levantaba las denuncias” que había radicado en contra del diputado. A fines del mismo mes, Orozco llegó al domicilio de la segunda víctima, también ubicado en Rosario de la Frontera, para proferirle amenazas, al decirle “te voy a hacer cagar, no te vas a salvar”, “te voy a encontrar en la calle y te voy a matar”.