Según un artículo publicado en el diario El País de España, la problemática alarmante del hambre la sufren 3,4 millones de argentinos y los sectores más vulnerables reducen su ingesta a una sola comida diaria para poder subsistir.
Esos 3,4 millones de argentinos que representan el 7,9% del total, de acuerdo a datos del Barómetro de la Deuda Social que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA). Según se estima, ese 7,9% de habitantes afronta «una inseguridad alimentaria severa», lo que lleva a que se reduzca de manera involuntaria la porción de comida, o la percepción de experiencia de hambre por problemas económicos en el último año.
En el artículo escrito por el periodista Alejandro Rebossio, se mencionan distintos testimonios de la ciudad de Campana, al norte de la provincia de Buenos Aires, donde en el barrio San Cayetano los vecinos ya abrieron seis comedores populares en los últimos tres años, sostenidos con aportes del Estado, organizaciones sociales, la iglesia católica, o particulares.
Lo relevado en términos de «inseguridad alimentaria severa» en 2018 por la UCA representa el mayor número registrado desde 2010. En ese momento, luego de la última crisis mundial, se ubicó en 7,6%, y fue durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Más tarde, en 2015, ese índice bajó a 6,1% y se incrementó en 2018, durante el tercer año de la gestión de Mauricio Macri.
“En tanto, Mauricio Macri anunció en su discurso de la apertura del año legislativo un incremento del 46% en el monto que reciben los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Si bien el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional implicaba un fuerte descenso en el gasto público, Macri aclaró que este incremento se podrá efectivizar gracias a una cláusula de ese mismo documento que lo habilita. De esta forma, la AUH, que actualmente era de $1815, pasará a otorgar $2644”, se destacó.