Tras la firma de un convenio entre organismos salteños y nacionales, señalaron que ahora las investigaciones entre fiscales locales y federales podrán estar coordinadas.
Si bien su consumo no es tan elevado como el de otras sustancias ilegales en la provincia, y además suele estar vinculado a esferas de la clase alta, las drogas sintéticas -también llamadas de diseño- están ahora en la mira de las autoridades judiciales salteñas. Así lo confirma el convenio de lucha contra el tráfico de este tipo de drogas firmado entre la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR) del Ministerio Público Fiscal de la Provincia y la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) NOA.
Según lo indicado a la prensa, el convenio de trabajo entre ambos organismos implica que cada una de las partes tramitará las investigaciones vinculadas al tráfico de drogas sintéticas según su competencia y comunicará su existencia a la otra, además de remitirle la información para su análisis. Ello implicará la existencia de una mesa de trabajo «para compartir información de las causas en trámite y establecer estrategias de investigación», informaron desde el Ministerio Público Fiscal de Salta.
“El narcotráfico ha tenido su evolución. La preferencia y el uso de distintos tipos de drogas, como así también su comercialización, tuvieron su avance”, indicó el Procurador general de la Provincia, Pedro García Castiella, quien representó a la UFINAR. Además destacó que “hoy no es no menor la cuestión vinculada a las drogas sintéticas, que son mucho más sencillas de producir y que pueden generar situaciones muy graves en nuestra sociedad”.
“Existen nuevas modalidades y fenomenologías, y la actividad separada entre fiscales provinciales y federales debe superarse mediante una articulación conjunta que potencie la investigación en contra del tráfico de estupefacientes y la narcocriminalidad y evite la dispersión de esfuerzos, pues esta actividad delictiva traspasa y no reconoce jurisdicciones”, acotó el Procurador durante el acto de firma del convenio.
¿Qué son?
Las drogas sintéticas son sustancias químicas fabricadas en laboratorios, se les dice de diseño porque suelen comercializarse en el mercado negro en forma de llamativas pastillas, muchas veces de colores, incluso con formas de personajes de la cultura pop; aunque también se consiguen en polvo, inhalables, gotas, etc. En algunos casos se trata de sustancias creadas originalmente para tratar enfermedades, inclusive para uso veterinario, pero que se consumen de manera recreativa.
Hay miles de drogas sintéticas, y cada una provoca unos efectos psicoactivos distintos, aunque en la mayoría de los casos son usadas para inhibir el dolor, alternar percepciones visuales y acústicas y cambiar el estado anímico. Pero a pesar de estos efectos “positivos” son muchos más los negativos que provocan, tanto a corto como a largo plazo, todos ellos peligrosos.
Entre las drogas sintéticas más populares están el MDMA o éxtasis, tal vez la más conocida y consumida, junto al LSD (ácido). Ambas popularizadas tanto por el cine como por la movida de música electrónica alrededor del mundo. Dentro del mismo espectro, hay muchísimas otras variantes que se venden como alternativas pero que generan efectos similares en el cuerpo.
Otras son las denominadas «sales de baño», que son en realidad la metilendioxipirovalerona (MDPV) y la mefedrona. La Ketamina, sintetizada y usada como tranquilizante para animales, pero que consumida por humanos por su efecto sedante y disociativo. Estas drogas pueden ser inhaladas, fumadas, ingeridas o inyectadas.
También recientemente cobró notoriedad el consumo de marihuana sintética, que tendría un efecto más potente que el cannabis natural, aunque a diferencia de la planta, en estos casos si se han registrado sobredosis e incluso muertes.
