Ana Fernández dijo hoy que “nada mejor que un torturador para defender a otros torturadores». Se refería al juicio por torturas que carga el diputado que fue Jefe de la Brigada de Investigaciones de Rosario de la Frontera.
Gustavo Orozco llegó a la legislatura de la mano de Alfredo Olmedo. Su pasado policial es cuestionable y ahora cobró notoriedad a raíz del brutal asesinato de la docente Rosa Sulca en Villa Mitre. Resulta que tras viralizarse el audio en el que se escucha el desesperado pedido de ayuda de la docente al 911 que motivara que dos uniformados se presentaran en el domicilio para luego retirarse, Orozco publicó un video defendiendo a los policías imputados por incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte. “Hay gente inocente detenida e hicieron lo que corresponde”, sostuvo Orozco y acusó a los fiscales de “actuar apresuradamente, solo para tratar de calmar cuestiones mediáticas”.
Las palabras provocaron la reacción del Ministerio Público Fiscal de Salta, de legisladores y también de la referente de la Comisión de Familiares contra la Impunidad, Ana Fernández, quien preside la Fundación Cintia Fernández que busca constituirse como querellante en la causa. Ana se refirió hoy al diputado que preside la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados y su defensa del comisario responsable del 911, Fabián Tolaba, y su intento de deslindar responsabilidades de la Policía en el asesinato. “No hay nada mejor que un torturador para defender a otros torturadores”, sostuvo Fernández sobre el legislador por Rosario de la Frontera, contra quien resaltó recibieron denuncias por tortura en la Comisión de Familiares Contra la Impunidad.
Efectivamente, en sus tiempos de Jefe de la Brigada de Investigaciones de Rosario de la Frontera, Orozco estuvo detenido cuatro meses por una denuncia de torturas. Según lo “aclaró” él mismo en un derecho a réplica que solicitó a CUARTO en agosto del 2018: “Los medios hablan de mi detención a partir de un caso ocurrido en el paraje de Copoquile en donde a un tipo le abrieron el cráneo. Yo era jefe de la Brigada de Investigaciones y tomamos intervención y se detuvo a tres personas que nos denunciaron. Estuvimos detenidos un día por eso y cuando nos estábamos retirando me avisan que iba a seguir detenido por otra denuncia: la de un violador de apellido López que hoy está condenado por violar a una pareja en el Arroyo San Martín. Cuatro meses estuve preso. Pasó a fines de octubre, luego vino la feria judicial y eso retraso todo”, dijo aquella vez.
CUARTO realizó el chequeo y corroboró el caso del violador del Arroyo San Martín. Ocurrió en agosto del 2014 cuando un desconocido abordó a la pareja y armado con un cuchillo y una tumbera exigió a los jóvenes que mantuvieran relaciones delante de él. Cuando el pedido no fue satisfecho, el atacante golpeó al joven a quien luego obligó a presenciar cómo violaba a su pareja. El violador, Pablo Adrián López, fue condenado por la Sala II del Tribunal de Juicio de Metán.
Pero el sitio de los Fiscales Penales de Salta también informa que Orozco, el sargento Víctor Luna, el cabo Rubén Medina y el agente Sebastián Reynoso habían sido detenidos por las denuncias de los detenidos en su momento por el asesinato de Martín López en mayo del 2016. La información es de octubre de ese año y el ahora diputado no la niega, pero atribuye todo a campañas de desinformación y a internas policiales de las que se sintió víctima. Orozco se contenta con aclarar que sus cuatro meses de detención obedecieron a la denuncia “de un violador condenado”.
También niega lo publicado oportunamente y vinculado a un caso ocurrido en el año 2012: la aparición sin vida en una celda de la comisaria 31 de Rosario de la Frontera de Claudio Valdivieso, quien habría tenido signos de tortura. Al respecto, el diputado enfatiza: “Yo nunca trabajé en la comisaría 31. Sólo sé que Valdivieso estaba detenido por violencia familiar, que era alcohólico y que se ahorcó en la celda. A mí me envían a realizar un informe sobre lo ocurrido y de hecho pedí una sanción administrativa para el cuartelero pero nada que ver con algún tipo de presencia mía en ese lugar”, enfatiza.
CUARTO le preguntó a qué atribuía lo que se dice de él en ese caso. Respondió “que a cuestiones políticas”. También le preguntamos sobre los testimonios que lo presentan como un tipo violento. “Si un policía que trabaja en la calle no fue denunciado alguna vez por supuestos abusos, es porque nunca metió preso a nadie. Vos no podés hacer un allanamiento en un barrio pesado pidiendo permiso para desbaratar una banda de delincuentes”. ¿Usted alguna vez cacheteó a alguien?, volvimos a preguntar. “Vos llegás a una casa con la orden de allanamiento y tenés que romper la puerta si es necesario; vos detenés a alguien y forcejeas para ponerle las esposas. Son cosas que ocurren en esos casos, pero yo no estaba en el roce porque era el jefe de la brigada y dirigía a los efectivos. Claro que hay roces, pero vayan y pregunten en Rosario de la Frontera si alguna vez alguien me vio peleando”.
Hubo otro hecho violento al que se lo involucró: una agresión ocurrida en la cancha del Club Progreso de Rosario de la Frontera del que Orozco era presidente hasta que el 9 de marzo del 2017. Ese día, el Concejo Federal del Fútbol Argentino resolvió suspenderlo por un año como autoridad de la institución por la denuncia del árbitro que dirigió al equipo del club y resultó agredido porque supuestamente habría perjudicado al equipo rosarino. Y aunque es cierto que en el documento no se deja registro que el ahora diputado fuera el agresor físico, sí consta que Orozco reclamó airadamente al referí su flojo desempeño y que la persona que propinó un golpe de puño al juez del partido se encontraba con el entonces presidente.
