A un año de la denunciapor abuso sexual en su contra, las víctimas reclaman que la causa está paralizada y el sacerdote goza de ciertos beneficios.
Recordemos primero que la denuncia por abuso sexual contra el sacerdote Emilio Lamas ya lleva alrededor de un año de ser conocida públicamente. Juan Carlos García y Carla Morales, son dos de las víctimas de este cura que en la década del 90 cometió los abusos cuando todavía eran menores.
El caso llegó a la justicia, e incluso el Arzobispado le quitó primero la potestad sacerdotal a Lamas para luego devolvérsela. La defensa del cura alega que pasaron más de 20 años de los hechos y por eso la causa debe prescribir. En ese sentido los denunciantes presentaron un recurso para que ello no suceda.
Mientras la causa reposa en la justicia, y esperan a que sea tratada, Nuevo Diario publica un dato relevante. El cura Lamas, que actualmente goza del beneficio de la prisión domiciliaria, “estaría celebrando misas, de forma esporádica, esto en base a la devolución del estado clerical que le otorgara el Arzobispado”, asegura el diario chiquito en su edición de hoy lunes.
Además señalan que Juan Carlos García aclaró que para que la causa se reactive necesitan la declaración del arzobispo de Salta sobre los hechos “y sobre los informes a los que no se pudieron acceder aún, referidos a los juicios eclesiales que se realizaron y se realizan dentro de la Institución”.
Incluso detallan que existe una tercera víctima que todavía no se anima a hacer público su caso, por temor a exponer a su familia pero desde la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiales Salta le estarían brindando el apoyo y la contención que necesita.
“Conversé con él, está pasando malos momentos, se quiebra cada vez que conversamos, él no quiere que su familia quede expuesta. Pero psicológicamente está muy mal, y lo entiendo. Quiere ver cómo trata mi causa la justicia, y de allí se animará, y desde la Red pedimos que se resuelva, el amicos curae, la demanda de prescripción o no”, comentó García al diario.
