Lo dijo el intendente de Santa Victoria Este, Rogelio Nerón. Destacó la intervención de las cuadrillas de la Secretaría de Recursos Humanos de la provincia, pero mostró preocupación por la capacidad de respuesta ante nuevas subas del caudal.
«Si viene una crecida con altura ahí sí cambiaría la situación. Cambia, porque la defensa que hacemos nosotros es alta pero si revienta una no queda nadie, los salvamos, evacuamos, pero pierden todo», dijo el jefe comunal al Nuevo Diario de Salta.
En ese sentido, se informó que cuadrillas de la Secretaría de Recursos Hídricos de Salta actualmente se encuentran trabajando con maquinaria en la zona para reforzar los anillos de contención del Pilcomayo. Sobre los mismos ya habían trabajado personal del municipio de Santa Victoria Este.
El municipio indica que resulta vital que los trabajos de prevención ante las crecidas se centren sobre el paraje Santa María donde conviven alrededor de tres comunidades originarias. La ribera en la zona comprende alrededor de 20 kilómetros de largo y el municipio espera finalizar las tareas de refuerzo en una semana. Nerón consideró indispensable este punto ya que en la zona se encuentran tres pozos de agua con los que abastecen a la localidad y los parajes aledaños. Los pozos se encuentran en la Base Operativa «Santa María» del Ejército Argentino presente en la triple frontera.
El monitoreo que realiza la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Río Pilcomayo muestra datos normales en relación a las lluvias registradas en el lado boliviano. Las métricas tomadas en Misión La Paz muestran una altura de cinco metros del caudal del río en territorio salteño. Los anillos de contención están previstos para este tipo de crecidas, por lo que las tareas se centrarán en refuerzo de las estructuras.
Nerón por su parte aseguró que continuarán los trabajos de contención del río en Misión La Paz y La Puntana una vez culminado los refuerzos en Santa María.