El representante del sector cárnico dijo que el consumo del tradicional plato argentino es de los más resentidos por la crisis económica.
La crisis económica, el ajuste y la falta de dinero que padecen los argentinos, especialmente desde la asunción de Javier Milei, se nota en detalles y en grandes tragedias cotidianas, como la de no poder comer asado porque la plata no alcanza para ir a la carnicería.
Eso es lo que ocurre en Salta, donde el asado es uno de los consumos más restringidos por la crisis. Al dato lo reveló Dardo Romano, gestór del sector cárnico.
En una entrevista en FM Aries, Romano dijo que «el consumo del asado es lo que está más resentido» en Salta.
También dijo que de no mejorar las ventas, los carniceros se verán en la obligación de bajar los precios de los cortes menos consumidos, pero aumentar en otros para compensar.
“El tema asado ha sido el que más se resintió, sobre todo desde las fiestas, que ya venía con bajo consumo”, concluyó.