domingo 28 de abril de 2024
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La columna de Sandra Carral Garcín | Acerca de los productos de terapia génica llamados “vacunas” COVID-19

En medio de los anuncios sobre grandes campañas de vacunación contra el COVID 19, se escuchan voces disonantes en relación con las llamadas vacunas de nueva generación.

Dentro del marasmo científico ocurrido en este año tan particular, por la pandemia COVID-19, al cual se ha hecho referencia en estas columnas (en relación con el ataque a ciertas moléculas ya conocidas para otras aplicaciones, en particular la hidroxicloroquina, cuya efectividad en aplicación temprana ha sido confirmada por metaanálisis y estudios observacionales), se escuchan voces disonantes en relación con las llamadas vacunas de nueva generación.

Confrontando lo vehiculizado a través de los medios masivos de comunicación, cierto discurso científico no cesa de intentar ser escuchado, y en efecto, lo logra, pero fuera de los canales clásicos en nuestro país, situación que difiere un poco de lo que ocurre en otros países, en particular, países desarrollados donde el debate científico va ganando espacio a beneficio de una población que se interroga sobre los detalles de esta nueva generación de fármacos.

Yendo a lo que estas vacunas son en sí mismas, razón de la alarma de ciertos especialistas, como el doctor Christian Vélot (doctor en Biología, genetista molecular en la Universidad Paris – Saclay y presidente del Comité Científico del CRIIGEN -Comité de Recherche et d’Information Indépendantes sur le Génie Génétique-) conviene rescatar de su informe de experto*, los aspectos relativos a los potenciales riesgos. El doctor Vélot cita 3 tipos de vacunas de origen biotecnológico, que consisten en inyectar una proteína del virus (antígeno), partículas pseudo virales, o el ADN o el ARN que codifica el antígeno.

En el primer caso, se trata de una proteína del virus que ha sido producida en laboratorio, por células transgénicas en las cuales ha sido introducida una construcción genética que contiene el gen viral correspondiente, que permite su expresión en gran cantidad en las células en cuestión. Estas células son cultivadas a gran escala en fermentadores (biorreactores), siendo la proteína extraída de los reactores para ser purificada.

En el segundo caso, una partícula pseudo viral (VLP -Virus Like Particle-) es la cápside sin el genoma viral, obtenida por el ensamblaje espontáneo de la proteína de la cápside que ha sido producida en laboratorio en células transgénicas (la cápside es una cubierta proteica que encierra el material genético del virus).

Los riesgos que cita el doctor Vélot en relación con estos 2 tipos de vacunas corresponden, por una parte, a eventuales efectos tóxicos de los coadyuvantes (aluminio o formaldehído, agregados para potenciar la estimulación del sistema inmunitario) y del antígeno propiamente, el cual, habiendo sido producido por células transgénicas (que no son las que normalmente lo producen), puede presentar diferencias estructurales (por defectos del repliegue proteico) o químicas (modificaciones químicas post-traduccionales que no son dictadas por el gen) que pueden conferirle propiedades inesperadas.

En el tercer caso, se introduce material genético viral en las células de la persona que se vacuna, siendo este material genético ARN aprisionado en nanopartículas de lípidos, ADN insertado en un plásmido (pequeñas moléculas de ADN circular bacteriano), o ADN o ARN liberado por un virus genéticamente modificado desarmado (incapaz de replicarse por eliminación de una parte de su material genético). Para este tipo de vacunas, los riesgos que señala el doctor Vélot son el riesgo de aparición de virus recombinantes y el riesgo de genotoxicidad.

El riesgo de aparición de un virus recombinante es independiente del vector (vehículo) utilizado para liberar en las células del vacunado el ADN o el ARN viral que va a codificar el antígeno proteico (se trate de un vector plasmídico, una nanopartícula o un virus genéticamente modificado). En el caso de virus genéticamente modificados, el riesgo es más grande puesto que aportan no sólo el ADN o el ARN viral de interés, sino también una parte de su propio genoma. La recombinación es el proceso por el cual los virus intercambian fragmentos de su material genético respectivo cuando los genomas virales son de la misma naturaleza (sea ADN o ARN) y comparten secuencias (de genes) que se parecen. Los virus resultantes de estas recombinaciones se denominan virus recombinantes, siendo algunos de ellos mucho más virulentos o peligrosos que los virus de origen (el virus H1N1 es un virus recombinante de 3 cepas de la gripe: cepa porcina, cepa humana y cepa aviaria). Este fenómeno de recombinación puede producirse cuando al menos 2 virus se encuentran en la misma célula, lo cual es raro en la naturaleza, pero puede ser un hecho frecuente a partir de la acción humana (lo que se produce en el caso de las plantas transgénicas en las cuales se ha introducido un gen viral en su genoma, al ser infectadas por un virus aparentado a aquél que se les ha introducido).

El riesgo de mutagénesis insercional o genotoxicidad, es una mutación (modificación de la información genética, por la inserción de una secuencia al interior del genoma, pudiendo esta inserción desactivar o modificar la expresión de uno o varios genes). Este riesgo de genotoxicidad para las células humanas que son el target de la vacunación concierne las vacunas que liberan el ADN viral (sea el vector un plásmido o un virus genéticamente modificado). Este riesgo puede también estar presente en las vacunas que liberan el ARN a través de un vector viral genéticamente modificado en el ARN como el virus del Sida (HIV, muy utilizado como vector) si éste no ha sido correctamente desprovisto de su transcriptasa inversa y del gen que la codifica (la transcriptasa inversa viral puede convertir el ARN depositado en ADN, el cual irá a integrarse en el genoma de las células target).

Además de los riesgos de aparición de virus recombinantes y de mutagénesis insercional, los vectores virales modificados, siendo ellos mismos inmunógenos, también pueden generar inmunotoxicidad (en estudios de terapia génica, puesto que virus genéticamente modificados son utilizados para esos fines, se han reportado casos de respuesta inflamatoria sistémica fatal, activación no específica del sistema inmunitario ligada al vector -consistente en una reacción inflamatoria y una respuesta autoinmune-).

Concluyo este resumen sobre los riesgos potenciales señalados por el doctor Vélot en su documento de difusión sobre las Vacunas Covid-19, mencionando las reservas expresadas por la doctora Alexandra Henrion-Caude (experta genetista) en medios franceses**, en cuanto a la falta de seguridad en este tipo de productos por la ausencia de evaluación en los estudios clínicos correspondientes, de parámetros farmacocinéticos y farmacodinámicos, así como de los efectos genéticos que podrían derivarse. Para la doctora Henrion-Caude, no se trata de vacunas sino de terapias génicas (las terapias génicas vienen estudiándose desde hace 30 años para ciertas enfermedades), que por primera vez serán aplicadas masivamente en sujetos sanos con fines profilácticos, por lo cual, el tema de la seguridad es un asunto que debería ser estudiado y evaluado como corresponde. Por otra parte, también remarca que los ensayos clínicos no han sido diseñados para evaluar la interrupción de la transmisión de la COVID-19, lo cual es lo que interesa a nivel de política de salud pública, y que tampoco se encuentran en los informes correspondientes datos en relación con la incidencia en la disminución de las formas severas de la enfermedad (que justamente provocan la admisión en los hospitales).

Bibliografía:

* Rapport d’expertise sur les vaccins ayant recours aux technologies OGM

Covid-19 : Rapport d’expertise sur les vaccins ayant recours aux technologies OGM

 

** Participaciones de la doctora Alexandra Henrion-Caude en medios franceses

CNews – Morandini Live

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