El autor de “Vida de perro” finalmente se refirió al tema del crucifijo por el que hoy gritan unos cuantos fanáticos salteños. La increpada de mujeres a Sergio Leavy por su voto en contra de la legalización del aborto es la novedad del relato.
La nota fue publicada en el sitio “El Cohete a la luna” y el periodista la relató en primera persona. Contó que la presentación del libro “Vida de Perro, balance de un país intenso, de 1955 a Macrì”, fue organizada por la cooperativa de periodistas y comunicadores Coyuyo, la Mesa de Comunicación Popular de Salta y Jujuy y la Cámara de Diputados salteña. Luego precisó el incidente del crucifijo que ha generado la reacción de militantes anti K y algunos sacerdotes.
“El diálogo con los asistentes que ocuparon todas las bancas fue muy interesante, sobre la economía, la política y la situación social. Al terminar, firmamos ejemplares”, relata Verbitsky que luego se adentra en el tema.
“Al llegar su turno en la fila, un muchacho se presentó: ´Soy Matías Hessling, activista LGTBQ. ¿Usted sabía que por su presencia quitaron el crucifijo que siempre preside las sesiones?´. Me di vuelta sorprendido y comprobé que efectivamente, sólo había un escudo. ´Pero después van a colocarlo de nuevo— siguió Matías, menudo y con una barba bien cuidada.
Un hombre robusto y con bigotes escuchaba con atención. El pibe lo advirtió y me explicó que era el diputado nacional por el Frente para la Victoria Sergio Napoleón Leavy, a quien increpó: ´Mañana repondrán el crucifijo en un lugar donde no tiene nada que hacer´. Otras personas intervinieron. Entre ellas, un par de chicas con sus pañuelos verdes. Una me informó que Leavy apoyaba la clandestinidad del aborto y la penalización de la madre. El diputado explicó que había votado según su conciencia, lo cual dio lugar a una discusión acerca del mandato que había recibido al ser electo como representante del kirchnerismo. Las chicas cerraron el diálogo cantando: ´Aborto legal, en el hospital´.
El portal salteño Adelantado tituló que yo había pedido el retiro del crucifijo y publicó las dos fotos que reproducimos aquí, lo cual es una inexactitud menor, que rectifico porque no me gusta atribuirme méritos ajenos.
El sacerdote Oscar Ossola, de la villa veraniega San Lorenzo presentó una indignada denuncia, pero el presidente de la Legislatura, Manuel Santiago Godoy, respondió que no sabía quien había pedido el retiro del símbolo cristiano. Como la Legislatura no es una institución religiosa, si lo desean se puede sacar el crucifijo, dijo El Indio Godoy”.