Se define la matriz económica y social para los próximos años.
Ley Bases, reforma laboral, paquete fiscal, DNU 70/2023 y marcha de la CGT por el Día del Trabajador. Se inicia la semana de mayor voltaje político de Javier Milei con foco en el Congreso, donde el Gobierno nacional podría comenzar a reformar la matriz económica de la Argentina.
Desde el capítulo de privatizaciones de empresas públicas, la reforma de la estructura del Estado, la modernización laboral, el regreso del impuesto a las Ganancias para los trabajadores y la desregulación económica contenida en el decreto 70/2023, todos los plexos normativos que se definirán esta semana en la Cámara de Diputados afectan a las bases de la organizacion social, económica y política de los argentinos.
La acumulación de proyectos en el Congreso, luego del fracaso inicial de la Casa Rosada en su intento de aprobar la Ley bases en su versión original y el rechazo del Senado al DNU 70/2023 que liberó el precio de prepagas y derogó la ley de alquileres -entre otras disposiciones-, son un reflejo de la debilidad política de La Libertad Avanza en el Parlamento.
El oficialismo depende de los bloques «dialoguistas» más que de sus propias fuerzas para darle blindaje legislativo a estas iniciativas que, en principio, cuentan con el apoyo de los gobernadores de la UCR, el PRO y el peronismo no kirchnerista. Tras varias jornadas de negociación entre la Casa Rosada, los gobernadores y el Congreso, el jueves pasado en el plenario de comisiones, se arribó a un dictamen de mayoría, que quedó reducido a lo esencial para el Poder Ejecutivo: declaración de la emergencia económica, privatizaciones y, en especial, facultades delegadas para que Milei legisle durante un año al margen del Congreso en materia económica, financiera, administrativa y energética.
El proyecto quedó listo para debatirse en Diputados a partir del mediodía de este lunes, en una sesión que se extendería hasta el martes y posiblemente también el miércoles a la madrugada. La votación en general está garantizada, con un piso de 135 votos a favor, según fuentes parlamentarias del oficialismo. También remarcaron que difícilmente puedan perforar los 150 votos, que sería el techo.
En el pelotón de apoyos aparecen los 38 votos de La Libertad Avanza, dos de Buenos Aires Libre, tres del MID, tres de Independencia, 37 del PRO, al menos 17 de los 22 de Hacemos Coalición Federal, al menos 29 de los 35 radicales, los ocho de Innovación Federal y uno de Creo. La parte más difusa y empinada vendrá después, en la votación en particular, ya que hay artículos que penden de un hilo y podrían caerse si el oficialismo no ajusta las clavijas hasta el último momento.
El oficialismo debió sacrificar artículos para poder arrimar un dictamen que fuera firmable por las fuerzas de la oposición light. Por ejemplo, eliminó el capítulo entero de Defensa de la Competencia, redujo a cuatro las declaraciones de emergencia y achicó a apenas ocho la lista de empresas sujetas a privatización (dejando afuera al Banco Nación). Además amplió la lista de organismos del Estado a salvo de cualquier intento de disolución, y suprimió el capítulo sobre consolidación de títulos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses que habilitaba la venta de acciones.
El punto más polémico y difícil de acordar fue con la reforma laboral. La UCR impulsaba una reforma ambiciosa, que inclusive se metía con los intereses sindicales eliminando las cuotas solidarias de los no afiliados. En un momento dado, cuando trascendió que el Gobierno hacía lugar al pedido radical, el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, amenazó con no votar la ley Bases a menos que se dejara completamente de lado el capítulo de modernización laboral.
Finalmente se incluyó una versión comprimida de la reforma circunscripta básicamente a la derogación de multas por no registración, ampliación del período de prueba y la implementación del fondo de cese laboral optativo como alternativa a las indemnizaciones. Sin embargo, la UCR y la Coalición Cívica (ésta última pertenece a HCF pero tiene juego propio, al punto que presentó un dictamen de minoría ayer en el plenario de comisiones) intentarán plasmar cambios y agregados en el recinto en lo que refiere a la reforma laboral y el impuesto al tabaco (en este caso en la ley fiscal).
Además, fiel a su tradición de no otorgarle «superpoderes» a ningún presidente, la fuerza política de Elisa Carrió no votará la delegación de facultades. También hay muchas dudas respecto a los que pueda suceder con la reversión de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, cuyo mínimo no imponible el Gobierno pretende colocar en $1.800.000 para trabajadores solteros y $2.200.000 para casados con hijos.
En paralelo, el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, pidió formalmente ante la Cámara de Diputados una sesión especial a fin de abordar el mega DNU 70/2023 del presidente Milei para este martes, un día después del inicio de la convocada para tratar la Ley de Bases y el paquete fiscal. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, había convocado a una sesión especial para este lunes a partir del mediodía, pero estaba previsto seguir deliberando hasta la medianoche y retomar el martes tras un cuarto intermedio, con el fin de dedicarle una segunda jornada completa al tratamiento de la ley ómnibus y la Ley de Medidas Fiscales.
Fuente: Ámbito