domingo 6 de octubre de 2024
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El Plan de Operaciones de Gustavo Sáenz | La lucha por la gobernación en tiempos de cólera

El intendente evitará peleas con el Grang Bourg para concentrarse en la gestión de la ciudad. En el interior profundiza la instalación de su figura con campañas publicitarias en donde invita a todos los salteños a visitar la Capital. (Daniel Avalos)

Calibrar con precisión matemática la relación entre objetivo político y medios disponibles para alcanzarlos, es la obsesión del intendente y su entorno inmediato. El ejercicio se entiende. Nadie sabe bien cuánto puede afectar el desaguisado económico nacional en la gestión y en la propia imagen de un Sáenz que aun cuando no lo explicite, tiene perfecto conocimiento de lo que quiere para el año próximo: ir por la gobernación de la provincia a contrapelo de los trascendidos que aseguraban lo contrario hasta hace un par de semanas.

La decisión fue ratificada a soldados y capitanes, aunque en estos últimos recae la tarea de precisar con qué medios cuentan para avanzar en el objetivo en medio de lo que Cambiemos llama la “tormenta” que – a todas luces – complicó muchas de las cosas que hace un año eran más sencillas. La idea es evitar las acciones inoportunas o las inoportunas inacciones que sus adversarios le atribuyen al espacio en los últimos tiempos. Los gestos y las conductas de la cúpula municipal empiezan a visibilizar algunos ejes de trabajo para quienes gustan analizar el torbellino de la política local: evitar batallas políticas que desgasten innecesariamente para así concentrar energías en la gestión de gobierno son algunas de ellas.

Lo primero busca evitar las permanentes escaramuzas protagonizadas con el Grand Bourg. No sólo porque en tiempos de penurias ciudadanas las mismas producen hartazgo entre la gente, también porque no es difícil concluir que aun cuando haya batallas que pueden ganarse, las mismas pueden acarrear un costo que vuelvan escasos y hasta nulos los beneficios. Dicen algunos que el razonamiento está internalizado en el entorno al que Sáenz más escucha y que son los que menos exposición pública poseen, aunque habrá que ver si la ecuación es interpretada por segundas, terceras y hasta cuartas líneas en donde orbitan personajes que despliegan en las redes sociales una euforia bélica anti “U” cuyos propósitos y utilidades políticas son difíciles de identificar.

En ese marco, lo dijimos, el propósito es concentrar energías en la gestión y el intendente lo enfatiza públicamente cada vez que puede. Como suele ocurrir en estos casos, cuando uno indaga entre fuentes municipales sobre los criterios que deslizaron a optar por esta dirección se encuentra con información entre contradictoria y dudosa; aunque quien escribe se inclina por dos hipótesis: están convencidos de que mientras la gestión provincial se ha caracterizado por desplazar los problemas hacia adelante, ellos deben diferenciarse resolviendo las dificultades cotidianas de quienes viven en el territorio que gobiernan; y que una política de ese tipo en medio de las dificultades económicas del conjunto mostrará al jefe político como un piloto de tormentas que es tal como ellos lo consideran.

El intendente habría optado por ejecutar exitosa y combinadamente tres movimientos claves para cumplir el objetivo fundamental: avanzar con las obras de la llamada área centro con el Corredor Güemes que replica el Corredor de la Fe desde el sector de la ex Palúdica hasta el monumento del héroe Gaucho; los acueductos con que el intendente promete mitigar las clásicas inundaciones céntricas; y con obras menores que acá podemos denominar el “bacheo permanente”. El primero y el tercero de los puntos le generaron varios sinsabores al intendente por los hundimientos de adoquines y las dificultades que generan en el tránsito una y otra cosa, aunque para una y otra cosa el municipio podrá decir que mejor que no hacer nada y desplazar todo para adelante es ocuparse de embellecer y ordenar la ciudad para sus habitantes y así fomentar una industria como la turística que genera empleos y divisas a la ciudad.

En ese marco global se lanzó también la publicidad gráfica sobre las obras hídricas en donde el propio jefe comunal garantiza que mitigará las inundaciones: el canal Tineo, el canal España, las obras de Plaza Gurruchaga y la otra que empezó a realizarse en los terrenos del Ejército. El optimista entorno del jefe comunal está convencido que las mismas garantizan un alto rédito político en el futuro cercano; mientras varios adversarios consideran que una exposición de éste tipo y a un mes del inicio de las lluvias de verano resultan francamente temerarias y se apresuran a fotografiar los afiches que prometen el fin de las inundaciones para luego remarcar cómo a las promesas se las lleva el agua.

Ya nos dirán las lluvias cuál de las predicciones es la acertada. Lo indudable, sin embargo, es que Gustavo Sáenz tiene un plan para la etapa que transitará hasta inicios del año próximo y está seguro de contar con los medios para concretarlo. La confianza residiría en tres elementos claves: su cercanía con sectores de la Casa Rosada y su capacidad de negociación con los mismos; los saldos mensuales de dinero con los que cuenta el municipio; y la adquisición de camiones y maquinarias que abaratan los costos de las obras menores. Lo último se relaciona con más de una veintena de vehículos pesados, una nueva planta asfáltica y otra hormigonera que el gobierno de la ciudad adquirió en estos años y que generan un ahorro importante en la reparación de calles, a diferencia de lo que ocurría en la gestión anterior cuando muchos de esos servicios debían contratarse.

Con respecto a la alta capacidad negociadora de Sáenz con la Rosada, los funcionarios no se cansan de asegurar que la misma ya produjo el compromiso de nación para transferir fondos para obras que el intendente considera cruciales. Menos publicitada resultó la política que podemos asemejar a la práctica popular de ahorrar dinero bajo el colchón. En ello mucho tiene que ver la Agencia de Recaudación Municipal creada por Sáenz al inicio de su gestión. Que el objetivo de la misma era mejorar la capacidad recaudatoria lo prueba el origen de muchos de los cuadros técnicos que conducen a los 284 funcionarios del organismo: AFIP y la Dirección General de Rentas quienes buscaron perfeccionar los mecanismos recaudatorios combinando avances técnicos y políticas que alentaban el pago efectivo de los tributos a cambio de la eliminación de algunos otros.

CUARTO confirmó que de los 26 items recaudatorios que había a fines del 2015, ya se habrían eliminado 6 y se va camino a eliminar otros 4. Eso combinado con el ajuste en personal que pasó de 5.200 empleados en diciembre del 2015 a 4.200 hoy, dio por resultado saldos mensuales que el municipio convierte en fondos de libre disponibilidad. Hay quienes aseguran que en lo que va del 2018 el acumulado supera los 170 millones de pesos que resultan de la suma de casi 70 millones por excedentes de recaudación municipal, 50 por excedentes de coparticipación provincial, otros 40 por coparticipación nacional y poco más de 15 millones por intereses de plazo fijo que son productos de la bancarización de los propios excedentes. No hay razones para descreer de ello si consideramos que anoche en el programa “Cara a Cara”, Sáenz remarcó que su gobierno nunca pidió adelantos de coparticipación. Lo que CUARTO no pudo confirmar es si existen saldos de ese tipo para años anteriores, tampoco si el volumen total sirve para tapar eventuales agujeros que puedan provocar incumplimientos de la nación, aunque no es menos cierto que el ahorro representa una rueda de auxilio sustancial para afrontar eventualidades no deseadas.

He allí el plan de operaciones de Gustavo Sáenz. Un plan que el entorno desapegado al proselitismo visceral de los “militantes web” asegura que se reduce exclusivamente a la gestión. Habría que no creerles tanto. Después de todo, ellos saben que en política a veces es mucho más saludable el silencio que los gritos, aunque tal silencio nunca suponga ausencia de cálculos políticos. Que el mismo existe, lo confirman periodistas de las principales ciudades del interior provincial que nos relatan sobre la publicidad que el gobierno de la ciudad realiza en los canales locales y que se corresponde con la estrategia general aquí expuesta: la voz y/o la imagen del intendente invitando a los habitantes del interior a visitar la capital provincial a la que asegura estar embelleciendo con el objeto de ser disfrutada por todos los salteños. En definitiva, para Gustavo Sáenz el turismo también puede ser el Caballo de Troya para instalar su imagen en los distritos electorales claves de la provincia que pretende gobernar.

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