Fue la afirmación de la ingeniera industrial Sandra Carral Garcín, la columnista de Ambiente del programa radial que estrenó emisora y horario: FM La Cuerda (104.5) de 11 horas y hasta el mediodía.
La intención de esta columna semanal es el tratamiento de la actualidad ambiental, aportando análisis y reflexión sobre la importancia del cambio climático, sus causas y consecuencias, y las diferentes iniciativas, grandes o pequeñas, a partir de las cuales puede generarse un cambio de conciencia y de perspectiva sobre tan importante tópico.
Día a día en nuestra provincia y ciudad, observamos hechos preocupantes frente a los cuales, no vemos las acciones de los gobiernos en la debida proporción para remediar, contener o preservar a los ciudadanos y a los territorios naturales o no, con el conjunto de vida que conllevan, flora y fauna salvajes, los cuales se encuentran amenazados tanto como nuestra especie y las futuras generaciones.
Vivimos, sin embargo, tiempos de cambio también, a partir de los movimientos espontáneos de ciudadanos, en general jóvenes, que han logrado captar la atención mediática sobre los riesgos de continuar con un sistema depredador de recursos, gran generador de huella carbono (emisiones de dióxido de carbono -CO2-) que provoca el calentamiento climático (aumento de la temperatura media mundial en 1,1°C desde la época preindustrial, con una proyección de 3°C para el final del siglo en caso de continuar con la tendencia actual*). Recordemos el Acuerdo de París de 2015 en la COP21 (Conferencia de las Partes, el órgano supremo de la Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático -CMNUCC-) para la limitación del aumento de la temperatura a 1,5°C; acuerdo firmado y ratificado por nuestro país.
Urge tomar conciencia de que es necesario el resguardo de lo que queda de zonas naturales, que son las únicas capaces de neutralizar estos efectos nocivos de nuestra civilización. Los árboles de selvas maduras pueden absorber cada año 0,6 toneladas de CO2 por hectárea, según estudios especializados. En cuanto a la progresión del promedio global de CO2 atmosférico, se estima un aumento desde un nivel de 280 ppm- partes por millón- antes de la Revolución Industrial, a 410 ppm en 2019 (en la COP25 se ha informado para 2019 resultados alarmantes que impedirían cumplir con los objetivos acordados). En 2018, según el sitio Global Carbon Atlas, el total mundial de emisiones de CO2 fue de 36573 millones de toneladas (http://www.globalcarbonatlas.org/en/CO2-emissions).
Al respecto, tener en cuenta los principios de preservación, de precaución y de no regresión ambiental -las bases del denominado Desarrollo Sostenible- deviene un criterio obligatorio si se busca encaminar las políticas de Estado hacia la buena dirección, para la consecución de lo pactado en acuerdos internacionales de este tenor, con el interés de no sólo limitar las agresiones al medio ambiente, sino también provocar el cambio cultural necesario para revertirlas.
Las carteras de acción delineadas para tales fines por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en la Cumbre sobre la Acción Climática 2019 son: Finanzas (para la descarbonización y resiliencia), Transición Energética (de combustibles fósiles a energías renovables), Transición Industrial, Medidas basadas en la Naturaleza, Acción Local y en Ciudades, Resiliencia y Adaptación.
Yendo de esta realidad mundial a la de nuestra ciudad, Salta -que participa del programa ICES (Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles) del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), y por lo tanto comprometida con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas-, interesa remarcar en este año 2020, cuáles serán los criterios de las autoridades y funcionarios de la nueva gestión municipal, en cuanto a las modificaciones en el Código de Planeamiento Urbano Ambiental, para la implementación del PIDUA II (Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental), aprobado en julio de 2019. Es necesaria una aplicación prevalente de dicha agenda sostenible sobre los criterios sustentables (una forma de desarrollo menos preservativa) con los cuales han sido aprobados algunos Estudios de Impacto Ambiental de proyectos especiales a ser implantados en zonas naturales, como en el Este de nuestra ciudad, sin tener en cuenta los compromisos anteriormente mencionados.
Nuestra ciudad adolece de la rápida pérdida de espacios naturales. Es un sinsentido absoluto contraponer intereses económicos parciales al interés público. Y ya están demostradas las consecuencias negativas de tales decisiones: no existe el beneficio público en tales acciones.
A nivel provincial, preocupa asímismo, el modelo propugnado por el actual vicegobernador, Antonio Marocco, de amplia trayectoria política en la provincia, quien ha expresado en su cuenta de la red social Twitter, que “no hay destino sin Bermejo, el Bermejo significa 1200000 hectáreas regadas con agua dulce, y dos saltos energéticos para darle a esa materia prima la posibilidad de la manufactura”.
Los que trabajamos por la conservación y remediación del Medio Ambiente, esperamos sea este un año donde realmente se note un cambio cultural en la mentalidad de nuestros funcionarios públicos, tan necesario como complemento a la acción ciudadana.
(*) Para más información:
United in Science Report https://public.wmo.int/en/resources/united_in_science
Global Carbon Budget 2019 https://www.earth-syst-sci-data.net/11/1783/2019/