Una diputada habló de la realidad ecológica de la zona: contaminación por agrotóxicos, cementerios de animales a cielo abierto, nubes de polvo, y una larga espera para que las autoridades de Ambiente intervengan.
Esta no es la primera vez que los feedlots (corrales de engorde) pertenecientes a Inversora Juramento son denunciados.
La empresa del exbanquero Jorge Brito, que pasó del Macro a las vacas, ya tuvo, por citar un ejemplo, en enero de 2018 una convocatoria de vecinos en la Municipalidad de Joaquín V. Gonzáles para protestar por los olores que emanan de los feedlots pertenecientes a Inversora Juramento.
En la Cámara de Diputados tanto el diputado Pedro Sández, como su par, Alejandra Navarro, ambos del departamento Anta, varias veces apuntaron contra la empresa.
En los días pasados, fue precisamente Navarro quien denunció nuevamente la situación de los feedlots. Aseguró que según unas fotografías a las que tuvo acceso pudo evidenciar que en los alrededores se generan cementerios de animales a cielo abierto.
También hizo referencia a los problemas respiratorios y de piel porque en los centros de acopio de cereales dentro de algunos pueblos los granos expulsan los agrotóxicos y ello genera una multiplicidad de consecuencias sanitarias.
La reunión que mantuvieron diputados de la comisión de Ambiente con José Cornejo Coll, secretario de Ambiente, tuvo un nuevo episodio en esta secuencia de denuncias.
“Hace 9 años que soy legisladora y hace 8 que reclamo lo mismo”, comentó Navarro en la ocasión, además hizo referencia a la cantidad de polvillo que se levanta sobre la ruta 16, constituyéndola en un peligro ante la falta de visibilidad, informa Nuevo Diario, medio que además asegura que Cornejo Coll contestó con ambigüedad y sin demasiada información, lo cual dejó a los legisladores sin información concreta de los temas que habían sido notificados al funcionario.
El negocio de Brito
Jorge Brito, en septiembre del 2017, anunció en una entrevista a El Cronista Comercial que Inversora Juramento S.A. saldría a cotizar acciones en la Bolsa de Nueva York para “recaudar hasta 200 millones de dólares”. El dinero debía servir para dar liquidez al emprendimiento que posee en Anta con un doble objetivo: multiplicar las cabezas de ganado que se estimaban en 70 mil y adquirir tierras para expandir las 87.414 hectáreas que posee en ese departamento salteño donde también se cultiva maíz y soja para alimentar a ese ganado.
Actualmente, la empresa se jacta porque se consideran “Pioneros de la ganadería intensiva en la Región de Anta con más de 25 años de presencia en el sector, establecimos el primer feedlot en el NOA”, además de que “el conjunto de fincas que forman nuestras propiedades conforman un total aproximado de 90.000 hectáreas”.