viernes 26 de abril de 2024
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Salta

No están en la agenda de la política, pero Salta es la provincia con más comunidades originarias del país

Lo indica el último listado oficial publicado por el Ministerio de Justicia de la Nación. Según el mismo, hoy persisten en nuestro país 38 pueblos indígenas con 36 lenguas originarias. La mayoría habita en el NOA y el NEA. Salta se destaca.

Según el Censo 2010, en nuestra provincia viven la mayoría: 79.204 personas que representan el 6,5% de la población salteña. Para dimensionar mejor el número digamos que la suma de población originaria de las provincias de Chaco, Formosa y Misiones es de 74.820 habitantes según el mismo censo.

Hay más. Según el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) Argentina tiene identificadas 1.653 comunidades y 1.456 cuentan con su personería jurídica registradas en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas o en los Registros Provinciales; 440 de ellas (30%) pertenecen a Salta según el padrón confeccionado hace un par de años para la elección de autoridades del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas.

También se visibilizaron datos nuevos tras el yerro presidencial – “los argentinos descienden de los barcos” – que convirtieron súbitamente a varios medios opositores en “indigenistas”. Clarín, por ejemplo, elaboró con los datos que aquí mencionamos una infografía en la que se vuelve a destacar a Salta por ser la provincia que más comunidades reconocidas posee: 180 que resultan de la suma de 8 Atacama; 23 Ava Guarani; 5 Chané; 1 Chané Guarani; 25 Chorote; 1 Chorote-Wichí; 2 Chulupi; 2 Diaguita; 35 Diaguita Calchaquí; 1; Diaguita-Calchaquí-Wichi-Lule; 76 Guarani; 1 Guaraní Chané.

La mayoría de ellos habitan los departamentos de San Martín y Rivadavia. Para saber cómo, el censo 2010 vuelve a auxiliarnos: el analfabetismo entre ellos se estira al 10% contra el 3% de los criollos; el 72% de las viviendas son deficitarias; el 55% dependía del carbón y la leña para cocinar; el 10% tenía como baño un hoyo cavado en el suelo; el mismo porcentaje dependía del agua de lluvias, ríos o acequias para beber. Que vivan así tiene sentido. Si antes esos pueblos padecieron a los europeos que arribaron en barcos, hoy padecen a los barcos que llegan al país vacíos para cargar los granos que parten al mercado internacional.

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