El diario español El País le dedicó un artículo al caso del exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, quien había sido apartado de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica para ahora fue readmitido.
Bajo el título “El Vaticano insiste en cobijar a un obispo cercano al Papa acusado de abusos sexuales en Argentina”, hoy el diario El País, de España, hizo un breve repaso del caso que involucra al exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, y las acusaciones en su contra, tanto por abuso sexual (en 2016) como por una investigación de fraude económico (2019).
A Zanchetta lo describen como un claro ejemplo de que la “política en la prevención y sanciones en el tema de abusos sexuales en el Vaticano sigue siendo difícil de descifrar”. Así detallan que este cura de 56 años está acusado de “abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso” en perjuicio de dos víctimas que eran seminaristas, un delito castigado con penas de entre tres y 10 años de cárcel y que el sacerdote niega a pesar de que hay una veintena de testigos que confirman tales aberraciones.
Además, señalan que Zanchetta fue subsecretario de la Conferencia Episcopal en Argentina cuando esta era presidida por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio. También recuerdan que al exobispo estuvo involucrado en “una investigación económica por la que se registró el obispado de Orán el 7 de noviembre de 2019 por supuesta estafa y administración fraudulenta, pasó primero a la provincia argentina de Corrientes, después a Madrid, hasta que a finales de 2017 Francisco lo llevó al Vaticano”.
Tras esta situación se le abrió un proceso canónico por la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) y luego fue apartado de su puesto como asesor. “En cualquier caso, ha sido readmitido y se encuentra de nuevo en la oficina. Un hecho que ha decepcionado profundamente a las víctimas, que ahora confían ya solo en la justicia civil”, indica el diario ibérico.
La nota finaliza señalando lo incongruente del caso, pues detalla la existencia de otros 5 empleados de la secretaría de Estado despedidos hace pocos meses también involucrados en un escándalo financiero, y cuya investigación sigue en curso, pero a pesar de ello “el Pontífice consideró oportuno enseñarles la puerta”. En el caso de Zanchetta, eso no sucedió, sino todo lo contrario.