Marcelo Domínguez descartó que los uniformados de la provincia realicen ese tipo de actos ilegales contra los presos, aunque dejó una frase que pone en duda los límites de esas prácticas.
El ministro de Seguridad de Salta, Marcelo Domínguez, descartó que los policías de la provincia realicen torturas contra los presos, aunque dejó una frase curiosa sobre los límites de esas prácticas ilegales.
«La tortura como tal la descarto totalmente. Tenemos que ver qué se entiende por tortura», dijo el funcionario este martes en una entrevista realizada en CNN Salta, al referirse a las denuncias realizadas.
«Si un personal policial o penitenciario aplica prácticas de tortura, en el acto se trata de un delito de lesa humanidad que tiene que ser investigado. Desde la hora cero que yo asumí, señalé claramente que no iba a tolerar ningún acto que implique violación de los tratados internacionales», siguió Domínguez.
En la misma entrevista, el ministro reconoció que las comisarías no tienen en este momento la infraestructura edilicia adecuada para mantener a personas privadas de su libertad.
Agregó que la semana pasada comenzó el proceso de traslado de todas las personas condenadas que están cumpliendo en la alcaidía. «Eran aproximadamente noventa, y a fines de agosto no va a quedar ninguna persona. Van a ser trasladadas a Villa Las Rosas», afirmó, y confirmó que se trabaja en el futuro penal de Metán para 400 personas.