Residentes del barrio Progreso reclaman patrullajes constantes luego de un nuevo robo a una vivienda. Cortaron la ruta 36.
Indignados por la permanente inseguridad que azota sus hogares, vecinos de las etapas 1 y 2 del barrio Progreso en Campo Quijano se vieron forzados a realizar un corte de la ruta 36 para exigir mayores controles policiales. El detonante fue un nuevo robo ocurrido el pasado sábado, pese a los compromisos de reforzar los patrullajes tomados días atrás.
Tras la mediación de autoridades locales, los comisarios presentes acordaron intensificar los operativos en la zona, tanto a pie como en móviles. Sin embargo, las promesas se incumplieron rápidamente, provocando la bronca ciudadana. El barrio, ubicado a escasos kilómetros del centro de Campo Quijano, alberga cerca de 250 familias que viven atemorizadas por los constantes atracos a plena luz del día.
Emilia Olivera, una vecina recientemente desvalijada, relató la dura realidad que enfrentan: «Nos vemos obligados a no salir ni a comprar pan por miedo a los robos. Los delincuentes merodean estudiando nuestras rutinas». Además, denunció ante Nuevo Diario la falta de claridad sobre qué comisaría debe intervenir y la burocracia para radicar denuncias, minimizando los casos registrados pese a la creciente inseguridad.