El fotógrafo y docente salteño Javier Maggiotti nos acerca su mirada sobre la fiesta patronal de San Bernardo de las Zorras que se realiza el 20 de agosto de cada año y que le da nombre al pueblo. Cada imagen de Javier nos remite un tiempo donde la vida era más simple, lejos del frenesí del mundo moderno y más cerca de una espiritualidad perdida.
El 20 de Agosto de cada año, un pueblo ubicado en la quebrada del toro a 68 km de la ciudad de salta se pone de fiesta.
En él se celebra la fiesta del santo patrono que le da nombre al lugar: San Bernardo de las Zorras. En la fiesta se reúnen personas de otros parajes tan distantes a veces como Humahuaca, que viajan enormes distancias a caballo por cumbres de hasta 3500 mts. como así también desde la ciudad de Salta en autos, colectivos y lo que sea que los lleve hasta allí, ya que no existe ningún transporte público que viaje al pueblo.
Sus pobladores o anfitriones son pastores, agricultores que viven en casas de adobe a lo largo de un pequeño valle bañado por un cauce de deshielos. En este “contexto” geográfico se inicia un jolgorio donde se combinan partidos de fútbol, una procesión por las únicas tres cuadras que tiene el pueblo, música, además de mucha y buena comida. Siempre aparecen algunos invitados y por sobre todo las charlas, los abrazos y la excusa para el encuentro y reunión de los que migraron a la ciudad y que una vez al año visitan a sus abuelos.
La hospitalidad a veces me sigue emocionando….
No tanto como la humildad de sus pobladores.
Desde los rastros
¿Que dicen sus pobladores de su historia…. del tiempo, de la supervivencia o extinción de sus cuentos? ¿Están en los libros de antropología o en el baile de los suris, en el celular de uno de sus hijos?
¿Que dicen de un pasado que se marca como una cicatriz, como monumento minúsculo en la piedra y en la piel reseca por el viento del pastor?
Un día llegaron españoles, un día el ferrocarril y al rato un celular o un turista con una cámara. ¿Quienes llegarán el siglo próximo y que será de su pasado, de sus cuentos, sus historias de amor, de soledad, de fuego y nubes que inevitablemente se van desdibujando?
A través de la cámara disfruto de la historia circunscrita en cada sujeto, que se muestra como puede y como puedo verlo tratando de no juzgar. Tal vez la fotografía forme parte, en algún sentido (y algunos casos), de esos vestigios borrosos y poco precisos, de las experiencias pretendidas por sus autores que solo “miran” a través de un vidrio lo que quieren contar, llenos de un hermoso sincretismo visual. (Javier Maggiotti)
Para ver más imágenes de Javier: https://goo.gl/7JC5Ak