martes 3 de diciembre de 2024
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Re – descubrir el Este (Segunda Parte) | Explorando la geografía y la historia de Salta a través de la literatura

En esta segunda entrega, la autora presenta una rica lista de libros de divulgación científica que tendiendo puentes entre la academia y la comunidad nos sumergen en la historia fascinante de la antigua frontera Este de la provincia. (Raquel Espinosa)

Ricardo Alonso y de Alfredo Tomassini, con rigor académico y prosa amena, informan a los lectores sobre la historia y la geografía de Salta. Entre la extensa bibliografía de estos autores adquiere un valor especial La frontera de Salta en tiempos del Coloniaje, editado en 2012, por tratar específicamente sobre la región del Este y que puede entablar diálogo con la obra de Gordillo, Los escombros del progreso, al que mencioné en el artículo anterior. Alonso y Tomassini informan en la introducción de su trabajo que realizaron un viaje en 1996 cuyo objetivo era localizar las ruinas de ciudades, fuertes y reducciones que se levantaron en la antigua frontera del Este desde el inicio de la conquista hasta las postrimerías del período colonial. Comenzaron el viaje desde “La Cangayé”, en la provincia del Chaco con destino final en territorio salteño. Me llamó especialmente la atención, en primer lugar, la mención de que iniciaron su recorrido llevando a modo de guía principal el mapa del Chaco que el padre Joaquín Camagno dibujara hacia 1789. En segundo lugar, destaco la alusión al río Pasaje o Juramento en el apartado sobre el medio geográfico. Sobre el mismo dicen los autores que recibió ese nombre debido a las dificultades que debían vencer quienes lo atravesaban, especialmente durante los períodos de crecida. Llamado también Grande luego se lo denominó Juramento en relación a la jura de la bandera nacional por el ejército de Belgrano a orillas de este río. (Tomasini, Alfredo y Ricardo Alonso, 2012, p.20).

El río Juramento es un hito ineludible de la zona y por eso es objeto de análisis de otro libro cuya lectura recomiendo para seguir explorando la historia y la geografía de Salta: El Pasaje del Juramento por Metán y Anta de Hugo F. Solorza. Este histórico río Pasaje-Juramento-Salado, como lo denomina este autor, es el protagonista de su libro. Dividido en dos partes, la primera de carácter histórico y la segunda referida al río como recurso natural, el texto aporta datos y fotografías verdaderamente atractivas. Elegí los versos de la chacarera “Alma Challuera” citados por Solorza y cuyo protagonista es el río: Me voy camino del río/Para sentarme en la arena/Y gozar de la frescura/De la mañana serena./Quiero ver a los pescados/ Brillando al sol mañanero/Palpitante las agallas/oler el viento challuero./Los dorados relucientes/Son los rastros de la aurora/ Que en la arena de la playa/Mi corazón atesora./Sangre y espuma en la arena/Corazón del mismo río/Escamas de plata y oro/Blasones del amor mío. (Cristóforo Juárez y Carlos Carabajal).

Es necesario aclarar, para solaz de los lectores, que el término “challuero”, en idioma quechua, es pescador y refiere a los hombres que atrapan peces con lanzas en el río.

La lista de textos históricos o de descripción del espacio oriental salteño es amplio y heterogéneo y abarca desde monografías o tesis universitarias publicadas en revistas especializadas o antologías hasta libros de divulgación científica que tienden puentes entre las investigaciones académicas y la comunidad de lectores. Esto da cuenta del interés cada vez mayor por conocer y difundir las particularidades de la geografía del Este de la provincia de Salta y su historia.

No quiero dejar, sin embargo, de mencionar de forma especial el libro Joaquín Camaño S. J. y su “Noticia del Gran Chaco” de Guillermo Furlong S. J., editado en Buenos Aires por Librería del Plata S. R. L en 1949. Este texto relata la vida del Padre Joaquín Camaño, maestre de campo y alguacil mayor del Oficio de la Inquisición en las ciudades de La Rioja y San Fernando del Valle, perteneciente a una de las familias más acaudaladas de la zona y que perdió todos sus bienes por entrar a la orden de los jesuitas. Misionero entre los indios Chiquitos fue desterrado del país en 1767 y nunca más volvería. Doctorado en Filosofía por la Universidad de Córdoba y políglota (estudió con tesón las lenguas clásicas nativa y española, la latina, griega, francesa, italiana, peruana o quichua, chiquita y guaraní) “todo lo dejó para conseguir que le enviaran a las misiones de infieles de los indios Chiquitos…”

Elaboró un célebre mapa sobre el Chaco, al que se refería como “ese mapita”. Sin embargo, Furlong destaca la reciedumbre intelectual del jesuita Camaño y consigna que “fue un insigne cartógrafo, tal vez el más científico de cuantos, entre nosotros, se ocuparon de tal difícil ciencia hasta fines del siglo diez y ocho”. Este es el mapa que llevaron Tomasini y Alonso para realizar su recorrido. A él dediqué también un poema editado en mi libro Los fantasmas del Este que lleva el título de “El cartógrafo”: Un anónimo jesuita/traza líneas en papel:/ la senda de Macomita,/entre los montes de la miel./Testimonia los albores/de arcaicos pueblecillos:/Reducción de Miraflores,/Ortega y Macapillo./Matemático, escritor,/esbozas la Frontera./¡Dibujante! ¡Agrimensor!/Los mapas como bandera./Estribillo:/ Cartógrafo de los Chacos,/dibujá aquí un lugar/donde todo lo mudado/ya no se vuelva a mudar./El jesuita expulsado/Los mapas con él se lleva./Viajero recién llegado/otros atlas delinea./En la nueva geografía/será Valbuena, “La Manga”/y, a orillas del río,/la Finca Laguna Blanca./Chañar Muyo, hoy Olleros,/Mojón y El Algarrobal/y otros pueblos anteños/El Vencido y Quebrachal.

A través de los textos citados observamos que la historia y la geografía de Salta han sido abordadas desde distintas disciplinas y puntos de vista. Trabajos de campo, recopilación de datos, elaboración de mapas, diarios de viaje, tratados de historia, etc. dan cuenta de la pasión que despierta un territorio que aún sigue ofreciendo motivos para ser explorado.

Para no alejarme del propósito de estas reflexiones que tienen que ver con abrir un diálogo entre diversas obras y autores y ofrecer una especie de catálogo de lecturas para los interesados, volveré al libro Las ruinas del progreso. En él,  Gastón Gordillo analiza una de las ruinas que más le llamó la atención en esta región del Este a la que nos estamos refiriendo. Se trata de una de las principales misiones jesuíticas en Salta, la de San Juan Bautista de Balbuena, abandonada durante las guerras de la independencia. “La ruina mejor conservada de la época colonial en el borde occidental del Chaco argentino”. El autor testimonia que, en la actualidad, las personas del lugar se refieren a ellas como “la iglesia”, o mejor dicho, “la iglesia de La Manga”, el nombre de la finca donde se encuentran las ruinas. Sin entrar en detalles sobre el interesante ensayo de Gordillo diré simplemente que el autor diferencia entre ruinas y escombros sin considerarlos sinónimos ya que cada uno tiene una carga semántica e ideológica diferente pero, en definitiva, lo que quiere demostrar es que los restos de construcciones del pasado  no son sólo testimonios del desgaste natural del paso del tiempo. Lejos de ser simples  objetos de contemplación, esas ruinas o escombros muestran, muchas veces, la sedimentación de procesos de violencia y declinación.

El texto de Gordillo me pareció sumamente interesante para repensar las nociones de región y de espacio, esenciales tanto en el campo de la historia como de la geografía y de la cultura en general.  Simultáneamente, da cuenta del proceso mismo de investigación como un aprendizaje ya que los conceptos e ideas con los que comienza a trabajar  “empezaron a resquebrajarse” y, en consecuencia, debió reorientar su trabajo, según lo reconoce el propio autor.

La primera parte de este catálogo queda abierta pues hay muchas obras más, que estarán a la espera de ser leídas o releídas y reseñadas y, que por cuestiones de tiempo, no las mencionamos.

La segunda parte del catálogo será abordado a partir del próximo artículo; incorpora textos de ficción y sus correspondientes autores. En este caso la historia y la geografía dialogarán con la literatura, esa manifestación de la cultura que Antonio Machado la definiera como “palabra esencial en el tiempo”.

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