martes 14 de mayo de 2024
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Presidenciables | El justicialismo ya no busca un “Massaccesi» sino un «Néstor Kirchner”

Tras las elecciones de octubre el PJ se contentaba con encontrar un candidato como el radical condenado a una derrota en 1995, aunque los errores de Macri despertó la esperanza de que alguien protagonice un triunfo al estilo Kirchner 2003.

Los «tropiezos» del Presidente despabilaron al peronismo que ahora cree que el regreso al poder no será en el 2023 como concluyó tras las elecciones legislativas de octubre pasado, sino en el 2019 tras el temblor de la economía y el deterioro político de Macri.

Así lo escribe el columnista de Clarín, Pablo Ibáñez, en la edición de hoy de ese medio apelando a una metáfora ingeniosa: “Luego de las elecciones de octubre, en el peronismo se instaló la metáfora «encontrar un Massaccesi» para 2019 en referencia al radical que compitió, condenado a una derrota, en 1995 contra Carlos Menem. Ahora, se escucha la frase «encontrar al Kirchner» de 2019”, precisa Ibáñez.

El problema según el análisis es que no cuenta con un candidato fuerte porque todos los que suenan no logran, ni por asomo, la magia de la unidad necesaria. Lo que hasta ahora se presenta como certeza es que Cristina Kirchner no se anota para el 2019 pero sí quiere mandar al ruedo a Agustín Rossi, Jorge Capitanich y Axel Kicillof e incluye a otro jugador: Felipe Solá. «De Felipe valora que se fue con un argumento político y renunció a la banca», cuentan a su lado. “El relato que circula entre intendentes del conurbano es más fino: indica que Cristina entiende que Solá puede seducir votos fuera del universo K”, indica Clarín.

Hace 11 años que Solá no habla con Cristina. Tiene algún diálogo de vecinos con Máximo Kirchner en el Congreso. Pero la hipótesis cristinista de destacar a un candidato que no sea un K puro ofrece un elemento novedoso: la apertura.

A ellos se le suma como potencial candidato que tiene a su espacio en tensión aunque el tigrense sigue rankeando como figura nacional porque cuenta con un buen equipo político – técnico. En esa dispersión, las múltiples tribus del PJ afirman o prometen ayudar a distintos personajes: “En el PJ bonaerense algunos ven a Solá, otros prometen ´ayudar´ a Rossi o patrocinar a Juan Manuel Urtubey mientras un par martillan con Sergio Uñac, el gobernador de San Juan, que mandó a decir que su plan es reelegir en su provincia. Otro anotado, Alberto Rodríguez Saá se mostró con algunos alcaldes K, como Mario Secco, mientras delega los oficios de armador en Gabriel Mariotto”, enfatiza el artículo.

Lo que sí está definido son dos consensos básicos: el primero es bajar el tono público para dejar que el gobierno se enfrente a sus propios fantasmas; el segundo es sobre la unidad inevitable. El formato se verá más adelante: una PASO grande o dos listas peronistas que usen la primaria como una «interna» por afuera del que surja la oferta más competitiva. Tampoco descartan que el deterioro de Macri puede derivar en un cambio de oferta de Cambiemos y que la oferta sea María Eugenia Vidal que, aun afectada por las esquirlas, aparece todavía muy competitiva.

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