Tras aprobar el presupuesto municipal 2019 y mientras se debatía el incremento de la unidad tributaria, hubo forcejeos entre personal de seguridad y vecinos que exigen obras públicas.
Mientras hacía uso de la palabra la edil Cristina Foffani rechazando el aumento de la Unidad Tributaria, un fuerte forcejeo protagonizaron vecinos de los barrios La Colina y Floresta que repudiaban que el presupuesto aprobado no incluyera obras en las barriadas populares.
Los empujones provocaron la rotura del vidrio de una de las puertas de ingreso que habrían provocado heridas en un empleado del Concejo.
Cuando hizo uso de la palabra, la edil Romina Arroyo lamentó que “ésta sesión tan importante tenga tantas interrupciones”, mientras los vecinos repudiaban que las obras del municipio se focalizan en el centro y para los turistas pero no para los barrios. Tras ello, el concejal Alberto Castillo pidió un cuarto intermedio, moción que fue aceptada por sus pares. Luego e imprevistamente, se informó que la sesión se levantaba. Luego se retomó la actividad.
Con posterioridad, la edil Lihué Figueroa negó que ella arengara a los vecinos como lo sugirió el concejal López pidiendo sanciones para algunos de sus pares. “No hicimos arengas. Sólo salimos a ver qué pasaba con los forcejeos y los vidrios rotos. Acusar a los vecinos de ser punteros políticos es un barbaridad cuando estamos ante vecinos preocupados porque tienen antenas al lado de sus casas y están preocupadas por su salud”.