El año pasado no llegó al Congreso. Se postula desde 1993 pero dice que hay que acabar con los que «se quedan para toda la vida» en la política. Ahora respalda al libertario.
Guillermo Durand Cornejo no se rinde. El conservador salteño, que suele decir que está cansado de quienes «se quedan para toda la vida» en la política, lleva casi tres décadas postulándose en diferentes cargos. Y si el tango dice que veinte años no es nada, qué son diez más. A Durand Cornejo le sobra hilo en el carretel y ahora empieza un nuevo capítulo que, como siempre, atrasa. En las últimas horas mostró su apoyo a Javier Milei.
«Luego de tantos años de decadencia, fracasos y amoralidad, deben volver los ideales de la Generación del 80, la Libertad y con ella el progreso junto a los valores del esfuerzo y el trabajo. Pronto escucharemos en Salta las propuestas de Javier Milei», escribió Durand Cornejo en su cuenta de Twitter.
De esta manera, el salteño apoya a un político que, como él, reniega de su propia condición y se sube al discurso antipolítica cuando hace exactamente lo mismo.
El año pasado, Guillermo Durand Cornejo se quedó afuera del Congreso Nacional. Su partido Unidos por Salta quedó muy lejos de los primeros puestos de la provincia. Apenas alcanzó el 11,62%, unos 71.537 votos que funcionaban como una despedida para un candidato contradictorio que cosechaba, quizás, los frutos de esa postura.
En la última elección, fue superado por el kirchnerismo, el macrismo y el SI/PRS. Durand Cornejo ya es una figura de antaño. El hombre que quiere poner un freno a los políticos que “se quedan para toda la vida” comenzó su carrera electoral en el año 1993 y en el Partido Justicialista como concejal. Su mandato concluyó en 1995. Un año antes había fundado CODELCO, una organización civil nacional que defendía a los consumidores abordando y litigando como lo haría cualquier buffet de profesionales del derecho. CODELCO montó un programa televisivo que fue todo un acierto. Durand Cornejo se convirtió en una especie de celebridad mediática y así pudo prepararse para volver sin necesidad de mezclarse con la clase política a la que dice aborrecer y menos aún con el justicialismo, que claramente lo alejaba de la pulcra estética que busca cultivar.
Durand Cornejo hizo del discurso una herramienta proselitista que le sirvió para atornillarse en una banca y vivir plácidamente de la política. En el año 2003 se convirtió en diputado provincial por la Capital y desde entonces ha trabajado con esmero para no abandonar el cargo: fue reelegido en el 2007 y también en el 2011. En el 2013 se integró al romerismo provincial y accedió a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. No pudo ser reelegido en el año 2017 para el cargo y hay quienes aseguran que la decisión del macrismo nacional de negarle la posibilidad de reelección en favor de Martín Grande realmente le dolió. Pero no importaba. Un político que se precie de tal no abandona su lugar en el mundo y Durand Cornejo buscó con el decidido apoyo de Gustavo Sáenz la banca de senador provincial que ocupó hasta diciembre.