Para el sector privado es un bono “flexible” y para el sector público sólo alcanza a las dependencias del Estado Nacional.
A pesar de haber sido anunciado con bombos y platillos, el bono de fin de año no llegará a la mesa de todos los argentinos. Es que el gobierno de Mauricio Macri flexibilizó el pago para los privados y excluyó a numerosas dependencias estatales.
Los $5.000 que deben pagar los empresarios podrían llegar en más de 2 cuotas y ser parte de futuros arreglos paritarios por la venia del Gobierno a que cada sector negocie.
En tanto que para los estatales sólo percibirán el bono los trabajadores que dependan directamente del Estado Nacional. De esta manera, dejan afuera a empleados provinciales y municipales, docentes universitarios y trabajadores de empresas estatales como Aerolíneas Argentinas e YPF.
También quedó afuera del bono de fin de año el trabajo doméstico y organismos como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En cambio, los agremiados en UPCN y Gendarmería, Prefectura, la Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria arreglaron el bono en diciembre junto al aguinaldo y un aumento del 10% en dos tramos.