La empresa adjudicataria y el municipio explicaron que no se trataba de reparaciones sino de la instalación de un caño de agua. Los trabajos se realizaron sobre calle Caseros, desde 25 de Mayo hasta la peatonal Florida.
La esquina más perjudicada fue el cruce entre Caseros y 20 de Febrero, una de las más transitadas de la ciudad y que se convirtió en un caos tras un nuevo corte por la obra del Corredor de la Fe. La misma empezó a ejecutarse a fines del año pasado y padece hundimientos que para ser reparados requiere el levantamiento de los adoquines como ya ocurrió en el tramo más polémico de la obra municipal: Juramento entre Caseros y España.
Ayer volvió a ocurrir en Caseros desde 25 de Mayo hasta peatonal Florida, tramo que ya estaba habilitado aunque debieron levantarse los adoquines luego de que la circulación vehicular produjera nuevos hundimientos. No obstante ello, la municipalidad argumentó que ese tramo aún no había sido habilitado.
El diario El Tribuno se comunicó con el secretario de Obras Públicas Wanny Caramella quien aseguró a ese medio que se estaba “trabajando sobre el lateral de la calle”, que tales trabajos obedecían a que había llegado una “pieza desde Córdoba” y al ser consultado por qué la cañería no se instaló antes, el funcionario negó que los adoquines hayan sido colocados previamente. En la misma línea, el dueño de Premoldeados del Norte, empresa que realiza la obra, Pedro Manzur, explicó: “No hay ningún problema estamos levantando los adoquines para poner un caño que aún no habíamos recibido, es un caño especial de agua“.