Los siete legisladores de nuestra provincia son hombres. Ninguno apoya el proyecto de ley.
Sergio Leavy rodeado de bancas con pañuelos verdes mientras la suya está vacía.
Alfredo Olmedo siendo tendencia nacional en Twitter por su discurso inverosímil sobre cementerio de fetos.
Pablo Kosiner asegurando que «la visión más progresista es la de reconocer derechos humanos a la persona por nacer«.
Javier David figurando como indeciso y con un silencio que roza la complicidad con el rechazo al aborto que sostuvo hasta las últimas semanas.
Andrés Zottos está tan invisibilzado que pareciera que se dedicara más a participar de procesiones y misas que de los debates parlamentarios.
Miguel Nanni y Martín Grande sonriendo y posando con los pañuelos celestes que representan la postura en contra del aborto legal, seguro y gratuito.
La representación de Salta en la Cámara de Diputados de la Nación se inclina hacia un solo género y una sola postura, una actitud que no refleja el enorme reclamo que se produce en la provincia por casos de violencia de género, femicidios, abortos clandestinos y embarazos causados por violaciones, algunos a niñas. Una pata renga.