Mientas la pobreza alcanzó al 33,6% de la población urbana durante el tercer trimestre de 2018, otros informes dieron cuenta de que la desocupación entre los jóvenes casi triplica a la de los adultos.
Un informe elaborado por Fundación SES y el Centro de Estudios Atenea estima que el desempleo entre las personas de 16 a 24 años asciende al 24,3%. El “Monitor de Empleo Joven” identifica que más de 3 de cada 10 jóvenes no completaron la educación básica, requisito clave de la demanda laboral para contratar personal.
Otro elemento que identifica el documento es que la informalidad afecta al 49,9% de los jóvenes. El dato supera en 23 puntos porcentuales las cifras experimentadas por los adultos.
La construcción es el sector en el que más se insertan los varones jóvenes mientras que las mujeres jóvenes suelen acceder a los servicios comunitarios, sociales y personales y en los hogares con servicio doméstico. Esas actividades concentran los niveles de precarización más elevados de la economía.