Es lo que dice el referente del partido Política Obrera, Marcelo Ramal, sobre lo ocurrido con la principal coalición de izquierda en nuestra provincia en donde el Partido Obrero y el MST anotaron el frente electoral sin el PTS.
Los partidos “patronales” se atomizan, pero la izquierda también. En esto último hace foco el referente nacional de Política Obrera – Marcelo Ramal – en un artículo publicado en la prensa de esa corriente que es una escisión del Partido Obrero. La nota se titula “El FITU se divide en Salta y Mendoza” y al repasar lo ocurrido en nuestra provincia destaca que el cierre de alianzas en provincias con comicios adelantados -Salta, Mendoza, Jujuy- ha dejado a la vista un proceso de disgregación al interior del Frente de Izquierda Unidad.
“En Salta, el FIT U se ha fracturado mal. El PO y el MST van por un lado, el PTS por el otro” destaca el economista para luego agregar que “el aparato del PO había esgrimido una ´piedra de la discordia´, que era la candidatura del concejal Samuel Huerga por parte del MST, a quien acusaba de violar la llamada ´independencia política´. Huerga había pactado con los partidos patronales un acceso rotativo a la presidencia del Concejo de Orán. Cuando Huerga, después de ese episodio, se integra al MST, Pablo López denunció a ese partido por incorporar a alguien que ha venido actuando con una política de ´creciente integración al Estado y reivindica esta acción´. Enseguida ´advertía´ acerca de “querer disolver al FIT U en el centroizquierda”.
A continuación, Ramal asegura que tras las rencillas iniciales el PO salteño “archivó” aquella cuestión de principios. “La cuestión fue anticipada en una carta enviada al MST hace una semana atrás, donde el aparato del PO aceptaba incorporar a la lista a Huerga pero ´por cuenta del MST´ …siempre y cuando este partido accediera a ceder la candidatura a gobernador en favor del PO. En Política Obrera anticipamos que ´Del Plá quiere canjear el reconocimiento de una candidatura de Huerga por el reconocimiento de la suya para gobernador´, que es lo que finalmente ocurrió. Ahora, los militantes del PO oficial tienen la ´oportunidad´ de votar por Huerga en la lista común del departamento de Orán (…) El incidente salteño expone otra vez más que la única línea del PO oficial es el arribismo. Claudio del Pla parece convencido de que la candidatura a gobernador le permitirá recuperar lo que él supone su ´rol histórico´. La descomposición, en política, asume características ignominiosas” sentencia Ramal.
Ya al final del apartado dedicado a Salta, el dirigente trotskista reflexiona que que es “sencillamente deshonesto aceptar hacer o recibir una ‘autocrítica’ a cambio de una candidatura. Pero ¿qué ventaja moral tiene Del Pla sobre Huerga cuando acepta una alianza sin principios a cambio de una candidatura, que es lo que hizo Huerga para alojarse por tres meses de verano en el Concejo de la ciudad San Ramón de la Nueva Oran?”, se pregunta.
A la hora de describir lo ocurrido en Mendoza, el dirigente hace un paralelismo de situaciones pero con actores cambiados: “En Mendoza, los protagonistas cambian de pareja; el PTS se junta al MST oportunista de Salta, y el PO oficial ´se planta´ en sus aspiraciones de candidaturas.
Ya al final del escrito y a modo de conclusión general, Ramal destaca que las “disputas intestinas feroces que han tenido lugar en otras provincias, en Salta y Mendoza se han convertido en rupturas; en ningún caso habrá una real campaña electoral unificada. El escenario del FIT-U replica el del FdT y JxC, en un cuadro de desconcierto frente a una crisis de hiperinflación y default, y en un marco de emergencia de las potencias imperialistas principales”.
“Los detalles y argumentos expuestos por los protagonistas del FIT-U no muestran un solo debate o idea política. La Argentina capitalista se derrumba, en el marco de una enorme crisis financiera y de una guerra mundial, y el FIT-U se desgarra por gobernaciones e incluso diputaciones que no van a conseguir” dice en uno de los párrafos.