Se vivieron momentos de caos cuando feligreses empujaron para poder llegar a la catedral.
De a poco, la organización prevista para esta jornada de celebración religiosa parece empezar a tambalear. Después de la llegada de peregrinos desde muchas localidades pese al pedido de evitar las aglomeraciones, empiezan a registrarse desbordes en los vallados colocados por la Policía en la zona del centro.
Esta mañana se vivieron momentos de caos en la esquina de Caseros y Deán Funes, donde está uno de los vallados que intentan evitar la aglomeración de personas en la zona de la catedral. La Policía no pudo controlar la presión de los feligreses que empujaron hasta que lograron avanzar.
FM Aries informó que la situación se vio desbordada rápidamente y con pocas personas. No eran tantos los uniformados que controlaban la zona y no pudieron hacer demasiado ante la presión impuesta.
Con poco lograron mucho y así los fieles pudieron pasar. Avanzaron jóvenes, viejos, mujeres en silla de ruedas y niños, mientras la Policía miraba sin hacer mucho más que intentar colocar de nuevo las vallas en su lugar.
El hecho recordó lo ocurrido hace pocas semanas, cuando los docentes también chocaron contra la Policía durante sus jornadas de reclamos salariales.