En promedio cada habitante come 49,6 kilos de carne vacuna por año, muy por debajo de los 58 kilos en 2002.
El consumo de carne vacuna durante los primeros tres meses de este año cayó a 49,6 kilos por habitante. La inflación del producto trepó a 71,2% interanual- comparado a marzo de 2018-, y significó un 6,4% más que en febrero pasado.
Los datos surgen de un informe que realizó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) y del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Estos datos significan que el consumo se ubicó en el nivel más bajo de la historia, muy por debajo de los 58 kilos por persona en 2002 y más alejado aún de los 78 kilos de los noventa.
Por otro lado, la carne de cerdo aumentó un 46,3% en un año y la de pollo un 89,4%. Sin embargo, el aumento de la carne vacuna se traduce en el giro de la gente al consumo de otras carnes: actualmente el consumo de pollo se ubica entre los 45 y 50 kilos por habitante por año, el nivel más alto de la historia.