La prensa nacional se detuvo en la mujer que a partir de la dura experiencia familiar, creó la Fundación Equinoterapia del Azul que ayuda a niños con dificultades motoras. Su lucha por convertir en Ley un tratamiento atravesado por el amor.
La fundación que mereció un sentido artículo del diario La Nación en el día de ayer, se fundó en el año 2005 pero empezó a tomar forma con un hecho triste para Elena Cataldi: cuando su hijo Panchi tuvo un paro cardiorespiratorio con apenas dos meses de vida y quedó con secuelas neurológicas severas. Los especialistas le recomendaron probar con equinoterapia y ella hizo caso porque le dijeron que eso “lo ayudaría con la parte motora». A pesar de que el pronóstico médico que advertía que Panchi no podría realizar casi ningún movimiento, hoy, con 18 años, Francisco camina.
Elena Cataldi no se contentó con celebrar su buena experiencia y creó en nuestra provincia la Fundación Equinoterapia que nuclea a un equipo interdisciplinario que trabajan con niños con diferentes dificultades y discapacidades, especialmente motora. “Basada en la experiencia positiva de su propio hijo, quería ayudar a otros chicos a rehabilitarse con la ayuda de los caballos”, enfatiza el diario La Nación que define a la equinoterapia del siguiente modo: “consiste en el uso del caballo como herramienta para la rehabilitación, tanto de niños como de adultos. A través de este método, se abordan las áreas social, motora y emocional».
Tras la definición, las palabras de Elena aportan más precisiones: «El movimiento que realiza el caballo al andar es muy similar al que hacemos cuando caminamos. Al subirse a uno, la persona que tiene un trastorno motor utiliza los mismos músculos que usaría si estuviera caminando. Además, trabaja la postura, regula el tono muscular y ayuda en el movimiento de los órganos internos», explicó.
Además de los beneficios físicos, esa terapia ayuda al plano emocional en tanto la atracción que surge entre el caballo y los niños genera motivación, aspecto clave a la hora de aprender. «Ayuda muchísimo también a trabajar el autoestima y a aumentar la sensación del ‘poder hacer'», explica.
Actualmente, la práctica está regulada y cubierta por las obras sociales provinciales en solo ocho provincias (Salta, Tucumán, Mendoza, Chaco, La Pampa, Chubut, Río Negro y Santa Fe). Mediante la campaña “Argentina necesita Ley Nacional de Equinoterapia”, la fundación buscan difundir su proyecto de ley que tiene como objetivo la regularización y profesionalización de este método en todo el país.